Aunque inevitablemente Lauren Bacall era más conocida por el gran público como una de las leyendas del Hollywood dorado al lado del que fue su primer marido, Humphrey Bogart, en los setenta y ochenta, cuando el séptimo arte parecía haberse olvidado de ella, encontró un hogar artístico en su Nueva York natal a través del teatro.
«El musical ha sido para mí una nueva oportunidad, como volver a nacer», dijo una vez, y hoy la comunidad de Broadway, dos días después de su muerte a los 89 años de edad, a las 19.45 hora local (23.45 GMT) atenuará durante un minuto su reclamo lumínico para llorar su ausencia.
«Lauren Bacall tuvo una distinguida presencia en la pantalla y en la escena a lo largo de una carrera que duró décadas», dijo en un comunicado Charlotte St. Martin, la directora ejecutiva de la Broadway League, la organización que otorga los premios Tony.
«Junto a su talento y sus interpretaciones memorables, su belleza eterna y su inteligencia aguda serán recordadas siempre», añadió St. Martin.
Bacall, que nunca ganó un Óscar en competición, consiguió dos premios Tony por musicales irónicamente basados en filmes del Hollywood clásico: «Applause» (1970), en la que interpretó el personaje de su admirada Bette Davis en «All about Eve»; y «The Woman of the Year» (1981), en la que retomó el papel de su amiga Katharine Hepburn en la película del mismo título.
Además, participó en las comedias «Goodbye, Charlie» (1959), «Cactus Flower» (1965) y «Waiting in the Wings» (1999).
Curiosamente, antes de ser descubierta por Hollywood en «To Have and Have Not» (1944), de Howard Hawks, y cuando todavía se llamaba Betty Bacall, participó como parte del reparto en la obra dramática «Johnny 2 x 4», en 1942, que se representó durante dos meses en Nueva York.
Fuente: El Universal