los expertos para tener ganas y energía sexual.
Abajo: Ansiedad o estrés, los mayores asesinos de tu libido, capaces de bloquear hasta tu fertilidad.
Arriba: “En mis sesiones de terapia trabajo mucho con mindfulness, literatura erótica y refocalización de las relaciones sexuales”, dice Marta Ibáñez, sexóloga devidasexualypareja.com. “Muchas mujeres afirman que no tienen ganas de sexo, pero lo que no les apetece es el coito”, añade. Medita. Siéntate cada día o túmbate cinco minutos en una habitación en silencio y sintiendo tu respiración. Simplemente deja que tus pensamientos fluyan.
Abajo: Algunos medicamentos –especialmente los antidepresivos y anticonceptivos orales- y los cambios del sistema hormonal, como los que ocurren tras un embarazo, pueden enfriar tus momentos calientes.
Arriba: Algunos estudios hablan de que hacer ejercicio de cardio intenso tiene un efecto antidepresivo en las mujeres y les hace sentirse más sexuales.“El deporte equilibra el sistema hormonal, aumenta el flujo sanguíneo hacia los genitales y mejora la autoestima”, explica Jorge Rosales, entrenador enamidasport.net. Prueba también a cambiar de píldora anticonceptiva.
Abajo: Dolor pélvico, posiblemente causado por endometriosis o tumores que pueden convertir no solo el sexo, sino hasta el hecho de pensar en ello, en algo desagradable.
Arriba. Ya sean alteraciones, desequilibrios hormonales o trastornos ginecológicos que generen molestias o dolor, es esencial el tratamiento médico del problema que causa la falta de deseo”, dice Carlos San Martín, doctor en Medicina, sexólogo, psicoterapeuta y secretario general de laacademiadesexologia.es.
Abajo: El azúcar blanco es el mayor disruptor de la glucosa en sangre, afectando a nuestra libido y, por supuesto, a nuestra salud”, dice virginia ruipérez, experta en fertilidadnatural.org y miembro de la Sociedad Europea de medicina naturista Clásica. ¿La causa? “Baja los niveles de testosterona, la hormona responsable del deseo sexual”, apunta.
Arriba: Según ruipérez, “debes mantener siempre equilibrada la glucosa en sangre con un adecuado ritmo de comidas, alimentos de bajo índice glicémico –como cereales integrales o patatas– y sustituyendo el azúcar blanco por moreno o miel, de asimilación más lenta”.
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