Fumata blanca en Bruselas. El luxemburgués Jean-Claude Juncker será el nuevo presidente de la Comisión Europea después de que así lo hayan decidido los Veintiocho en el Consejo Europeo celebrado en Ypres. Pese a la oposición del primer ministro británico, David Cameron, que ha mantenido hasta el último momento su rechazo a la designación de Juncker, al final el candidato del Partido Popular Europeo en las pasadas elecciones europeas será el elegido.
El anuncio lo ha hecho el propio presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en su cuenta de Twitter: «Decisión tomada. El Consejo Europeo propone a Jean-Claude Juncker como próximo presidente de la Comisión Europea». El nombramiento de Juncker tiene que ser ratificado ahora por el pleno del Parlamento Europeo el próximo 16 de julio. Para ello cuenta ya con el apoyo del PP europeo, socialistas y liberales.
El órdago del británico resultó fallido y, como estaba previsto, la negativa de Londres fue totalmente estéril a la hora de abordar la candidatura del que fuera presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo. Juncker contaba con el aval de antemano de todos los Estados en el Consejo, salvo Reino Unido y Hungría. Suecos y holandeses, que un primer momento se mostraron contrarios a Juncker, terminaron reorientando el sentido de su voto.
Cameron había convertido el veto a Juncker en un verdadero caballo de batalla, con el que pretendía poner de manifiesto ante el electorado británico, entre el que triunfan cada vez más las tesis euroescépticas, una aparente posición de firmeza ante el europeísmo excesivo que, según él, encarna el nuevo presidente de la Comisión.
Juncker se convertirá en el primer presidente de la Comisión que accede al cargo avalado por la votación popular. El Tratado de Lisboa estableció el procedimiento para que la voluntad ciudadana expresada en las urnas se tuviera en cuenta a la hora de designar al responsable del Ejecutivo comunitario y el luxemburgués fue el elegido por el Partido Popular Europeo como candidato, bloque que fue el más votado en las elecciones europeas del pasado mes de mayo, en las que obtuvo 221 de los 751 escaños de la Eurocámara.
El gran derrotado, Cameron, afirmó tras conocer la decisión del Consejo sobre Juncker que «este es un mal día para Europa», dijo Cameron, que subrayó que «ha sido un grave error de los líderes» designar al luxemburgués para llevar la dirección política comunitaria y que insistió en que «trabajando juntos hubiéramos encontrado un candidato alternativo».
No obstante, señaló que «tenemos que aceptar el resultado», y subrayó que la decisión de hoy de veintiséis países «reafirma mi convicción de que Europa tiene que cambiar». El líder británico aseguró que Londres «trabajará ahora con el presidente de la Comisión Europea, como siempre hacemos, para garantizar nuestros intereses nacionales», pero consideró que la decisión tomada hoy en el Consejo «corre el riesgo de dañar la posición de los gobiernos nacionales y el poder de los parlamentos nacionales y de otorgar nuevas prerrogativas al Parlamento Europeo».
ABC