Los taxistas de Barcelona colapsaron este viernes el centro de esta ciudad española en protesta por una decisión judicial favorable a compañías como Uber y Cabify por la que acababan de celebrar dos días de huelga.
El Tribunal Superior de Justicia de la región de Cataluña (noreste de España) decretó este viernes mantener la suspensión de un reglamento municipal de Barcelona que limitaba la concesión de licencias de vehículos de transporte con conductor (VTC) en la ciudad.
Los taxistas, que llevan dos días en pie de guerra con una agresiva huelga, acordaron inmediatamente después suspender el servicio y colapsar con sus vehículos las principales arterias de la ciudad y bloquear parcialmente el acceso al aeropuerto.
«No nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras firman nuestra sentencia de muerte», aseguraba Joan Antoni Mengual, de 41 años, en una de estas protestas.
El sector, que cuenta con 10.000 vehículos en Barcelona, asegura que sin la limitación de VTC aprobada por las autoridades municipales Uber y Cabify tendrán 4.000 licencias nuevas en septiembre.
«Nos queda un mes para armarla, para parar aeropuertos, puertos, bloquear fronteras», advertía Mengual.
El miércoles y jueves los taxistas celebraron una huelga de 48 horas, empañada por algunos actos de violencia de pequeños grupos contra conductores de Uber y Cabify.
A consecuencia de estas acciones, estas compañías anunciaron la suspensión de sus actividades en Barcelona, el primer destino turístico español, durante los días de huelga.
La plataforma Unauto, que representa a Uber y Cabify, criticó que los taxistas secuestren la ciudad: «están dispuestos a ir en contra de la ciudadanía con tal de defender su monopolio», señaló en un comunicado.
Pero para el taxista Francisco Javier García, de 38 años, lo que buscan estas compañías es «quedarse con el mercado».
«Hablan mucho de libre comercio, pero ellos quieren destruirnos a nosotros para tener el monopolio y entonces subir precios», aseguró.