El primer concierto que The Rolling Stones ofrecieron en Perú hizo vibrar anoche a una audiencia de cerca de 50.000 personas que llenó el estadio Monumental de Lima, donde el grupo hizo un extenso repaso a más de medio siglo de carrera.
Con la puntualidad británica que les caracteriza, Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts comenzaron su repertorio con «Start Me Up» y «It’s Only Rock’n’Roll» rodeados por una nube de flashes alrededor del recinto.
Jagger, vestido estrictamente de negro como la mayoría del público, desató una complicidad absoluta con la audiencia cuando saludó con un «Hola, mis causitas (amigos)».
En ese recorrido por sus grandes éxitos, los Rolling demostraron su faceta más soul en «Tumbling Dice» y «Out of Control» y quedó patente que la dupla conformada por Keith Richards y Ronnie Wood nunca decepciona.
Si bien el ritmo de todo el grupo (apoyado por otros seis músicos y coristas) fue constante y enérgico en las dos horas de concierto, el momento de mayor complicidad llegó cuando Richards se colgó la guitarra acústica y tocó «You Got The Silver» mano a mano con Wood.
La noche se tornó romántica cuando el grupo interpretó «Angie» y otro de los momentos más emotivos fue con «Like a Rolling Stone», original de Bob Dylan y que sonó a petición de los fans que la eligieron en una encuesta que el grupo realizó en su página web.
Los permanentes saltos y contoneos de Mick Jagger demostraron que el líder del grupo no ha abandonado su condición de performer con el paso de los años y, además, tuvo tiempo para resaltar el valor de la gastronomía de Perú, el bien inmaterial del que más orgullosos se sienten sus ciudadanos.
Los Stones se lucieron en riffs de guitarra como los que sonaron en «Before They Make Me Run» o la apoteósica «Brown Sugar».
Keith Richards tomó la palabra para lamentar «cuánto tiempo había pasado» desde que visitaran Perú por primera vez en 1968 cuando él y Jagger «huyeron» de Reino Unido por lo abrumadores que resultaban la policía y los medios de comunicación de la época.
Casi medio siglo después y como recuerdo de su primera llegada a Latinoamérica, el grupo entonó la country «Honky Tonk Women», que fue escrita en 1968 en Brasil.
El gran acompañamiento vocal detrás de Jagger se notó especialmente en «Gimme Shelter» y el momento más funky se vivió cuando la banda interpretó «Miss You», coreada por todo el público.
El imponente escenario del Monumental se tiñó de rojo para «Sympathy for the Devil» y en ese instante se legitimó que Jagger (ataviado con una capa negra con plumas rojas) y los suyos son «sus satánicas majestades» a pesar de lo manido del nombre.
El reverso angelical vino inmediatamente después con «You Can’t Always Get What You Want», con acompañamiento de un coro lírico local con el que el grupo tuvo muy buena sintonía y que supuso uno de los puntos álgidos del espectáculo en cuanto a emoción tanto de los Rolling Stones como el público.
El riff inicial de «(I Can’t Get No) Satisfaction» puso a bailar a todos los asistentes y fue la canción con la que la banda más esperada en mucho tiempo en Perú se despidió.
Antes del espectáculo principal, el grupo peruano Frágil, con una trayectoria musical de cuarenta años, calentó el ambiente con un repertorio de éxitos que fue muy bien recibido, sobre todo cuando sonó «Avenida Larco», un clásico rockero peruano.
«Olé Tour», la travesía americana de los Stones, continúa en Bogotá el 10 de marzo, en Ciudad de México el 14 y el 17 y concluye el 25 de marzo en La Habana con una actuación gratuita.
EFE