Durante mucho tiempo los problemas sexuales femeninos fueron tratados como temas tabú, a los que se les buscaron distintas explicaciones y soluciones, generalmente con enfoques prejuiciosos. Hoy sabemos que la totalidad de los problemas pueden ser tratados, para brindar una vida sexual plena a todas las mujeres.
Aunque el silencio acerca de los problemas sexuales femeninos persiste en algunas regiones del mundo, en la sociedad occidental es cada vez más común que sean motivo de conversación. Desde conferencias con especialistas a programas de televisión, millones de mujeres han encontrado lugares donde manifestar sus problemas y buscar una solución.
Los problemas sexuales femeninos son varios, y suelen compartir la característica de tener un origen psicológico. En la mayoría de los casos, los inconvenientes sexuales pueden ser solucionados si la paciente emprende un tratamiento y colabora activamente para obtener resultados positivos.
Anorgasmia
La anorgasmia es uno de los problemas sexuales femeninos más comunes. Se trata de la incapacidad de la mujer de alcanzar el clímax durante una relación sexual (o de una excesiva tardanza del orgasmo), lo que no implica que no exista excitación o deseo por la pareja, o que el orgasmo no pueda ser alcanzado por otros medios.
¿Cómo se trata la anorgasmia? No existen fármacos de eficacia probada para solucionar este problema, aunque se han utilizado sustancias inhibidoras como la mirtazapina. En general, los problemas sexuales femeninos, como la incapacidad de llegar al orgasmo, pueden ser solucionados mediante una terapia con profesionales especializados en sexología.
Vaginismo
Otro de los problemas sexuales femeninos más frecuentes es el conocido con el nombre de “vaginismo”, que se caracteriza por una fuerte contracción de los músculos vaginales que impiden la penetración. Hay distintos tipos de vaginismo, los que pueden reconocerse según la gravedad del problema; el origen, sin embargo, es compartido, ya que suele ser psicológico.
Dispareunia
La lista de problemas sexuales femeninos continúa con uno muy relacionado al vaginismo: la dispareunia. Este problema consiste en dolores y ardores que pueden presentarse de forma previa a la penetración, durante la misma o una vez consumada; las causas pueden ser orgánicas (alergias, infecciones, irritaciones) o psicológicas.
Falta de lubricación
La falta de lubricación es otro de los problemas sexuales femeninos más presentes y está muy vinculado a la dispareunia. Al igual que otros inconvenientes de este tipo, puede ser solucionado mediante terapia; también es posible utilizar un gel lubricante para facilitar la penetración y obtener una experiencia sexual más placentera.
Como puede verse, la mayoría de los problemas sexuales femeninos tienen un origen psicológico y pueden solucionarse realizando terapia con profesionales calificados. ¿Cómo surgen estos problemas en la mente de las mujeres? Existen varios elementos que inciden en responder este aspecto.
La influencia de los medios de comunicación en los problemas sexuales femeninos es notoria. Los ideales impuestos por las películas (especialmente las dedicadas a los adultos) inciden negativamente en la concepción que las mujeres tienen de una relación sexual y de lo que puede esperar su pareja de ellas.
En cualquier caso, los problemas sexuales femeninos son solucionables si se busca ayuda profesional y la mujer está dispuesta a asumir los desafíos del tratamiento.
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