Los Pro y Contra de salir con una madre soltera

Los Pro y Contra de salir con una madre soltera

Empecemos con los argumentos en contra.

 

 

 

POR QUÉ NO NOS GUSTAN

 

 
1. Son madres. Y es muy probable que, después de las noches en vela calmando llantinas de horas por los gases o controlando temperaturas inyectando en boca Apiretales y Dalcys no tengan ganas de repetir la experiencia. Sueñan con ir a la playa sin hacer de Pamela Anderson en ‘Los vigilantes de la playa’ y con poder levantarse a la una del mediodía sin remordimientos y con una resaca de caballo.

 

 

 

2. Son fuertes. Demasiado fuertes. Capaces de superarte en hombría. Y eso no hay bragueta que lo soporte.

 

 

 

3. No son exigentes. Pero tienen un montón de peros en la boca debido a esa experiencia traumática que les dejó dando biberones en soledad. Pero quizá no es el momento, pero quizá al niño no le vaya bien vernos juntos, pero quizá no sea bueno que se familiarice contigo y pero esta noche no me va bien salir a cenar que no está disponible la canguro son algunos de los más recurrentes.

 

 

 

4. Son todoterreno y tú eres un objeto prescindible. Tratarán de no pedir ayuda salvo que a las cinco de la mañana el niño se despierte y no aparezca por ninguna parte el maldito chupete. Y no. Tú no tendrás ganas de levantarte y deambular por las calles en busca de una farmacia de guardia.

 

 

 

5. No eres el padre. Pero estás ahí y te sentirás un juguete roto el Día del Padre y de la Madre, preguntándote qué lugar ocupas en este universo de celebraciones familiares.

 

 

 

6. Porque todos nos enamoramos de Erin Brockovich, pero siempre puede tocarnos en suerte Norma Bates.

 

 

 

7. Su agenda propia puede resultar liberadora, sí, pero también muy esclava. La mayor parte de las noches las pasarás cenando delante de la tele, exhausto, tras hora y media de trabajos forzados consistentes en baños con patos amarillos, pedazos de croquetas desparramadas por el suelo o adheridos en tu pelo, lectura de cuentos y la lucha infinita para lograr mantenerte despierto más tiempo que el propio niño. De manera que sí, al fin, puedas disfrutar de la madre. Si es que dispones de las fuerzas necesarias para ello.

 

 

 

8. Son expertas en reírse de sí mismas y terminarán por reírse de ti también. Y eso lo sabes. Tú quieres que ella pierda la cabeza por tu amor. Pero al final, quien manda en esa casa es el mismísimo Bob Esponja. Acabarás repudiando los dibujos animados, queriendo raptar a la madre y esterilizándote.

 

 

 

9. El niño. Asunto peliagudo al extremo, es cierto. Porque tú también puedes terminar enamorándote de él.

 

 

 

 

POR QUÉ NOS GUSTAN

 

 
1. Son madres. Es decir, ya no tienen detrás del cogote la presión inevitable que sufre casi toda mujer al llegar a la treintena. Se han reproducido, han calmado la tensión hormonal y además, al añadirle al sustantivo madre el adjetivo soltera es difícil observar la dejadez física que algunas mujeres llevan por bandera tras traer al mundo criaturitas.

 

 

2. Son fuertes. Jamás lloran en el supermercado.

 

 

 

3. No son exigentes. Recuerda que han padecido a alguien que las ha dejado tiradas con un niño, posiblemente sin pensión ni medio gramo de libertad a través de eso que se conoce como régimen de visitas.

 

 

 

4. Son todoterreno. Podrían manejar la torre de control del aeropuerto de Barajas sin demasiadas complicaciones tras haber sido capaces de desentrañar las instrucciones de montaje de algo llamado trío Cochecito Slide 3 Top 2014.

 

 

 

5. No hacen distinciones entre el Día del Padre y el de la Madre. Lo suyo es una celebración biológica que no conoce discriminación.

 

 

 

6. Porque todos nos enamoramos de la Brockovich. Vale, más bien de Julia Roberts interpretando ese papel. Pero nos quedó grabado a fuego que este tipo de mujeres tienen agallas.

 

 

 

7. Tienen agenda de ministro de Asuntos Exteriores. No dependen de ti en absoluto, trabajan, salen con sus amigas y aprovechan cualquier momento de descarga de responsabilidades varias para pasarlo bien. Ése es el objetivo y no hay nadie que se interponga en su camino hacia una felicidad minutada. Su vida es una escaleta y su carácter más independiente que un estadounidense un 4 de julio.

 

 

 

8. Se ríen de sí mismas más que un monologuista de la Paramount. Va a ser difícil darles un disgusto. No van a perder la cabeza por tu amor. En realidad sólo responden con efusividad a eso que hace ruido metido dentro del parque (esa cosa en la que se mete a los niños para que se puedan cumplir las tareas domésticas sin que les dé por electrocutarse metiendo los dedos en el enchufe).

 

 

 

9. El niño. Asunto peliagudo al extremo, es cierto. Porque tú también puedes terminar enamorándote de él.

 

 

 

GQ

Por Confirmado: Oriana Campos

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