Miles de personas comparten en las redes sociales publicaciones con la etiqueta ‘bonespiration’ (‘inspiración ósea’, en inglés) para alabar imágenes de determinados individuos a los que se les marcan los huesos.
En esas instantáneas cada vez más habituales aparecen personas —jóvenes, sobre todo— a quienes se les distinguen con facilidad clavículas, costillas o caderas.
Sin embargo, un estudio elaborado por especialistas de varios universidades británicas muestra el impacto peligroso que puede tener la divulgación de ese contenido gráfico.
Tras analizar 734 fotografías de Twitter, Instagram y We Heart It, esos investigadores han concluido que se trata de contenido poco saludable, porque idealiza los cuerpos extremadamente flacos y el consumo de cantidades limitadas de comida.
Además, los estereotipos que promueven ese tipo de publicaciones están relacionados con diversos trastornos alimentarios, desde bulimia hasta anorexia.
Al respecto, integrantes de la Universidad de Adelaida (Australia) confirman que las mujeres que publican documentos gráficos con el ‘hashtag’ ‘fitspiration’ —’inspiración para ponerse en forma’— corren mayor riesgo de sufrir esas alteraciones.
Esta tendencia no pasa desapercibida y los responsables de Instagram ya prohibieron etiquetas como ‘proana’ o ‘thighgap’ (‘a favor de la anorexia’ y ‘espacio entre los muslos’, respectivamente) hace cuatro años.
A pesar de estas llamadas de atención, se pueden encontrar multitud de publicaciones con contenido de ese tipo.
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Por Confirmado: Gabriella Garcés