Castillos, hospitales, casas, colegios… Son muchos los edificios construidos para albergar vida que, con el paso de los años, son abandonados al tiempo y al olvido. Pero la fotógrafa polaca Patrycja (Pati) Makowska se ha propuesto volver a sacarlos a la luz a través de sus fotografías. Eso sí, siguiendo una regla muy sencilla: no dirá jamás dónde estan.
La afición a la fotografía convirtió a esta profesora de Historia en buscadora de ruinas, una pasión que comenzó hace 12 años cuando fotografió lo que quedaba en pie de un castillo medieval en Muszyna (Polonia).
El paso definitivo ocurrió durante sus estancias en Reino Unido e Islandia, donde descubrió «la magia que poseen los lugares olvidados», afirma. Una sensación que la llevó a buscar esa misma magia en otros lugares del planeta, compaginándolo con su trabajo en una multinacional.
EL SECRETO DE LAS LOCALIZACIONES
Pati Makowska comparte a través de su Facebook las fotografías que toma, a las que acompaña de un título sugerente y de canciones de grupos como The Doors o Florence + The Machine.
Son muchos los que preguntan dónde son tomadas las fotografías, pero la fotógrafa se resiste a destapar las localizaciones, asegurando que «es mejor que permanezcan en el olvido».
Y es que, para Makowska, estos lugares «recuerdan que todo pasa, son lugares que una vez fueron bonitos y en los que ahora solo quedan las historias de amor y guerra que se vivieron en ellos». Afirma que dar una dirección o localización de los mismos solo conseguiría que perdiesen su encanto, debido principalmente a los curiosos que quisieran acercarse a los mismos.
UN DURO TRABAJO DE BÚSQUEDA
Junto con su equipamiento de fotografía analógico y material de Canon y Nikon más moderno, logra dar a sus fotografías un efecto de óleo, con el que busca homenajear la grandeza que antaño poseyeron estos edificios.
Encontrarlos no ha sido nada fácil para Makowska, cuyas fotografías representan lugares de casi toda Europa, aunque asegura que «solo en Polonia me ha alcanzado la inspiración con todo su poder». Entre otros, ha visitado Italia, Bielorrusia, España, Islandia, Rusia y, por supuesto, Reino Unido; uniendo así sus dos pasiones: viajar y la fotografía.
«He tenido que consutlar mapas, libros históricos y guías antiguas para encontrar estos lugares», afirma Makowska, cuyo arduo trabajo de investigación apuntala su decisión de no revelar las localizaciones. Incluso, en más de una ocasión, han sido los propios vecinos de pueblos y ciudades quienes le han explicado cómo llegar al edificio que buscaba.
UN FUTURO CARGADO DE IDEAS
Pati Makowska jamás imagino que sus fotografías llegarían a tantos rincones de Eurpa, y asegura que «con que una persona se emocionase con mi trabajo, merecería la pena todo el esfuerzo».
Casi 4.000 personas la siguen en Facebook, y son muchas las que dejan comentarios afectuosos hacia la fotógrafa, quien afirma no tener una fotografía favorita, ya que «cada una es diferente, tiene una historia diferente y esconde un mensaje muy distinto». Sin embargo, en su imagen de perfil tiene una escalera de caracol fotografiada hace más de cuatro meses y que aparece, de forma recurrente, en todo su album.
A pesar de su gran éxito con estos lugares abandonados, el sueño de Pati Makowska es retratar la naturaleza. «Me encantaría irme a Islandia y Groenlandia con una cámara», confiesa la fotógrafa, para quien poder captar a personas también es un reto importante, ya que «con el trabajo que he escogido, va a ser difícil hacer un retrato», bromea.
ABC