Sin turistas a la vista No es fácil encontrar lugares en el mundo donde no toparnos con una legión de turistas. Están por todas partes y cada vez resulta más complicado esquivarlas: 1.138 millones de personas viajaron por el planeta en 2014, según la OMT. Afortunadamente, todavía quedan países que reciben menos de 75.000 visitantes al año. CORBIS
Una pequeña república en el Pacífico A pesar de ser una isla minúscula en medio del Pacífico (solo tiene 21 kilómetros cuadrados), Nauru aparece en muchos rankings de destinos por dos motivos: es la república más pequeña del mundo y también el país menos visitado: apenas 200 turistas al año la visitan. MATTHIEU PALEY
Para muy aventureros Somalia recibe apenas 500 visitantes al año, demasiados puntos en contra (guerra, extremistas musulmanes, sharia…). Pero hay empresas que están prosperando e incluso Turkish Airlines ofrece ya dos vuelos directos semanales desde Estambul. Las playas de Mogadiscio o el mercado Bakaara son buenos reclamos para quienes se aventuran en el país del Cuerno de África. KEVIN FLEMING
Un país (casi) bajo el agua La isla de Tuvalu, en el Pacífico, suele aparecer en los periódicos por una razón: será el primer país en quedar sumergido con la subida del nivel de los océanos a causa del calentamiento global. Sus cuatro arrecifes de coral y cinco atolones (unos 25 kilómetros cuadrados en total) reciben menos de 1.200 visitantes anuales, pero a quienes lo hacen les garantiza la típica foto en plan Robinsón Crusoe. ASHLEY COOPER
Donde comienza el año El archipiélago de Kiribati (unos 5.000 turistas por año) es el atolón más grande del mundo y como destino ofrece un verdadero paraíso para el snorkel y el buceo, la pesca y los deportes acuáticos. Pero suele ser noticia por otra cosa: es el primer lugar habitado del planeta en recibir el año nuevo. GEORGE STEINMETZ
Paraíso natural con pasado español No es un destino de vacaciones (menos de 6.000 visitantes al año), pero Guinea Ecuatorial tiene recursos muy interesantes: playas paradisíacas absolutamente vacías y naturaleza en estado salvaje, como la del Parque Nacional de Monte Alén, en la cadena montañosa de Nefang. Solo los estadounidenses pueden entrar sin visado. CORBIS
Un país de 1.152 islas Este país insular del Pacífico fue español en otro tiempo: las descubrió el navegante Alonso de Salazar en 1526 y estuvieron bajo dominio de la corona hasta finales del siglo XIX. Sus 5.000 visitantes anuales, la mayoría estadounidenses, cuentan con excelentes fondos para la pesca submarina o el buceo en atolones exteriores. DOUG PERRINE
En la Ruta de la Seda Turkmenistán, uno de los territorios por los que discurría la legendaria Ruta de la Seda, cuenta con verdaderas joyas declaradas patrimonio mundial como las antiguas ciudades de Merv y Kunya-Urgench, o las ruinas de las fortalezas partas de Nisa. Los más aventureros pueden acercarse a ‘La Puerta al Infierno’, apodo que recibe el cráter ardiente de Darvaza, literalmente en el medio del desierto de Karakum. CORBIS
El centro del mundo Este diminuto archipiélago africano de Santo Tomé y Príncipe, del que pocos se acuerdan al pensar en sus vacaciones (recibe menos de 10.000 turistas al año), garantiza un escenario de paraíso terrenal. Además, presume de estar en el centro del mundo, y es verdad: está atravesado por la línea imaginaria del Ecuador y muy cerca del meridiano de Greenwich, es decir, es el punto más próximo a la posición de Latitud 0º Longitud 0º. ANTONINO BARTUCCIO
Las islas de la Luna El archipiélago de las Comoras, estado independiente situado al norte al canal de Mozambique, entre la costa este del continente africano y Madagascar, está formado por cuatro islas -Gran Comoros (N’Gazidja), Mohéli (Mwali), Anjouan (Ndzuwani) y Mayotte, reclamada por el país aunque pertenece a un departamento francés- y son conocidas como las islas de la Luna, por su similitud con la superficie de satélite terrestre. ROBERT VAN DER HILST
Un viaje que debe esperar Ha pasado mucho tiempo desde que Afganistán era la gran meca de los ‘hippies’ europeos en su camino terrestre hacia India. De momento, resulta recomendable aguardar a tiempos más seguros para recorrer su bellas y salvajes montañas. En la foto, el espacio vacío que ocupaba la gran estatua de Buda de Bamiyan, en Afganistán, destruida por el régimen talibán en 2001. CORBIS