¿Te has preguntado sobre las normas de ortografía al momento de escribir nombres propios? Es hora de que conozcas la verdadera respuesta.
Aunque es bastante normal escuchar a las personas decir que los nombres propios no siguen normas de ortografía, la verdad es que sí deben cumplir con ciertas reglas que establece el castellano. Muchos dicen que como sus padres no registraron sus nombres con acento entonces no deben escribirlo así, o sus apellidos, pero las tildes deben colocarse así no aparezcan escritos en los registros.
Según la Real Academia Española (RAE), sí se debe respetar las letras con las que están escritos los nombres, incluso con las variaciones que se presenten, pero a la hora de los acentos las normas establecen cuándo hay o no que acentuar, y se debe seguir sin importar los registros.
Nombres como Andrés, Wálter, Aníbal, César, Ángela, Alexánder, Hárold o Sofía siempre deben acentuarse.
Pero también existen otros nombres que pueden escribirse de las dos modalidades, con o sin acento. Es el caso de Sebastian o Sebastián, Maria y María, Óscar y Oscar y José o Jose. Hay apellidos como Ordóñez, Araújo, Benítez, Cortés, Ramírez y Marín que siempre deben tildarse. En cambio hay otros que muchas veces se escriben con acento erróneamente, como es el caso de Ruiz, Cortez, Chaves, Quiros y Ortiz pero que realmente no lo llevan.
En cuanto al uso de nombres extranjeros en la lengua castellana es común que se adopte la regla de ese idioma en cuando a su acentuación, pero lo correcto sería adaptar ese nombre a lo establecido en las normas del castellano. Como sería el caso de Nicolás, que debe acentuarse aunque en su idioma original que es el francés se escriba Nicolas.
De esta misma forma ocurre con los apellidos, que puede que por el tiempo o por errores en los registros civiles se olviden de las tildes al escribir y aunque no esté escrito correctamente en documentos legales, siempre se deben acentuar si así lo dice la regla.
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