Científicos en México buscaron evidencia de la fobia de los murciélagos a la luz de la luna. Estudiaron información de 26 especies de murciélagos de 11 estudios y analizaron cuál era su relación con las fases lunares.
“El efecto de la luna en la actividad de los murciélagos no se había revisado a detalle, a pesar de que existe evidencia desde hace más de 20 años en diferentes partes del mundo”, dijo Romeo Saldana-Vazquez, un biólogo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
El análisis concluyó que esta “fobia a la luna” es muy común: “los hábitats donde la luz de la luna entra con mayor facilidad, provoca una menor actividad entre los murciélagos”, afirma Saldana-Vazquez.
Una posible explicación a esto es porque la luz de la luna implica que los murciélagos sean vistos con mayor facilidad por los predadores. Además, porque sus presas escasean cuando hay mayor luz.
Unas de las especies que presentan más fobia a la luna son las que viven cerca del ecuador, pero no la causa no es el fuerte brillo de la luna en las regiones tropicales, sino que reside en la especie. Otras especies son las que buscan su alimento cerca del agua o entre los bosques, más que los murciélagos que viven en hábitats más protegidos o cerrados.
Se encontró una excepción: los murciélagos que vuelan sobre las copas de los árboles. Ellos no presentan una reducción de actividad en noches más brillantes. Saldana-Vazquez explica que puede ser posible porque vuelan rápido y viven en climas templados, donde tienen menos predadores.
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