Los mandamientos de la hora de la merienda

Los mandamientos de la hora de la merienda

Mide tu merienda:

 

Ten control sobre lo que pones en tu boca. Sírvete en un plato, taza o potecito para tener en la cartera, pero es importante que tengas presente cuánto te serviste. Evita comer directo de la caja o la bolsa porque no vas a dejar de comer hasta que no se acabe.

 

Rellena los huecos de tu dieta:

 

Esto es más por si tienes la dicha de merendar en tu casa o para los fines de semana. La idea de rellenar los huecos es simple: si no pudiste almorzar vegetales, ¡meriéndalos! Prepara un puñado de vainitas o agarra palitos de zanahoria y mójalos en hummus. Esto garantiza que tengas una dieta balanceada. Además, no te tenemos que decir que las frutas y vegetales tienen menos calorías y más valor nutricional que una torta o una galleta.

 

 

Acepta los antojos:

 

Y con esto no queremos decir que si te provoca chocolate, te mandes un brownie doble con helado y chispitas de colores. Simplemente, busca una alternativa sana a tu antojo, por ejemplo chocolate negro, whey protein de chocolate o brownies sin harina, endulzados con stevia.

 

Menos es más:

 

Intenta que tus meriendas tengan entre 150 y 200 calorías, especialmente si estás tratando de perder peso. Buenas opciones son 1 pera y 8 almendras, 1 cambur y 3 galletas integrales o 1 manzana con 1 cucharada de mantequilla de maní.

 

Altérala si estás haciendo ejercicio:

 

Es importante que hagas una merienda pre-ejercicio, unos 30 minutos antes de empezar, que contenga proteínas y carbohidratos y para recuperar, haz otra merienda post-ejercicio que sea rica en proteínas para reparar músculo y ganar energía.

 

Acompáñala con agua:

 

Después de cada mordisco de tu merienda, tómate un par de traguitos de agua. Ayudará a que te sientas llena por más tiempo sin añadir calorías innecesarias.

 

Haz que dure y dure y dure:

 

El truco está en comer lento y saborear muy bien cada bocado. Esto, como ya sabes, hará que te tardes menos en sentirte llena. Además, si tu merienda es un antojo que estás matando, con más razón lo tienes que saborear con todo, para calmarlo con satisfacción.

 

Haz las combinaciones correctas:

 

Combinar proteínas, carbohidratos y grasas ayudará a que tus niveles de azúcar en la sangre se estabilicen para que no tengas picos de energía y luego te desplomes. La combinación ganadora es: frutas, vegetales y pan con nueces, yogurt o queso.

 

Recuerda empacarlas:

 

Si meriendas en la oficina o tienes que hacer diligencias, llévate tus merienditas contigo. Es mejor que te lleguen 4 galletas integrales medio aporreadas a que te compres unas papitas, un chocolate, gomitas y un refresco en el kiosko. Puedes llevarte nueces o almendras en una bolsita dentro de tu cartera para cargar siempre una opción saludable.

 

No la olvides:

 

Y esto no es un tema de si te llevaste la bolsita o no. Sino que si estás a dieta, haz que tu merienda te ayude a seguirla y nunca te la saltes. Ellas ayudan a calmar tu hambre sin que tengas que salir de la oficina directo a comerte una hamburguesa con papas dobles.

 

Fuente: Erikatipoweb

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.