A las 17.00, la participación supera en más de siete puntos a la del domingo pasado
El Partido Socialista asume su mayor sacrificio contra Le Pen
La segunda y definitiva vuelta de las elecciones regionales francesas ha movilizado al electorado. A las 17.00, la tasa de participación en esta segunda vuelta de las regionales es ya del 50,54%, según el Ministerio del Interior. El domingo pasado, a la misma hora, dicha participación estaba en el 43,01%. Esta movilización es también más importante que la de 2010, fecha de las últimas regionales. Los primeros datos de esta mañana ya anunciaban una reacción importante del electorado. Al mediodía, el índice de participación era de 19,59% frente a 16,27% a la misma hora el domingo pasado.
Esta alta tasa de participación en unas elecciones que suelen obtener altas proporciones de abstención perjudican, en principio, y según los expertos, al Frente Nacional, el gran vencedor de la cita electoral del pasado domingo. Entonces no solo fue el partido más votado a nivel nacional (27,73% de los votos), sino que ganó en seis regiones. La movilización del electorado del centro derecha y la izquierda es esencial para parar a la ultraderecha, principal objetivo del Partido Socialista en el poder. La movilización es particularmente más elevada allá donde el FN obtuvo el domingo pasado los mejores resultados. La participación es 11 puntos más elevada que entonces en el Gran Este (Alacia-Champaña-Ardenas-Lorena), en Norte-Paso de Calais-Picardía (9 puntos) y en Provenza-Alpes-Costa Azul (8).
Los principales líderes han madrugado para depositar su voto. Lo han hecho ya esta mañana los líderes del Frente Nacional, Marine Le Pen, Marion Maréchal-Le Pen y Florian Philippot, el presidente de la República François Hollande, el primer ministro Manuel Valls, la alcaldesa de París Anne Hidalgo y el expresidente Nicolas Sarkozy, entre otros. El anterior jefe del Estado se juega mucho en esta contienda electoral, la última antes de las presidenciales de 2017.
Los modestos resultados obtenidos en la primera vuelta del pasado domingo (26,65% de los votos junto a sus aliados centristas) amenazan su liderazgo. Sus principales rivales internos en las primarias para optar a las presidenciales ya están pidiendo un debate interno e incluso “un examen de conciencia”, como ha dicho Hervé Mariton. Los ex primeros ministros Alain Juppé y François Fillon han manifestado sus dudas respecto a la estrategia emprendida por Sarkozy. A pesar de todo, la movilización es el augurio de una importante victoria para los conservadores, beneficiados por la estrategia socialista.
La retirada de las listas socialistas en dos importantes regiones donde el Frente Nacional obtuvo un impresionante resultado favorecerá, sin embargo, a Los Republicanos, el partido de Sarkozy. Ha sido una retirada táctica para evitar a toda costa el triunfo del Frente Nacional. En Norte-Paso de Calais-Picardía Marine Le Pen obtuvo el 40,6% de los votos. En Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA), su sobrina Marion Maréchal-Le Pen se hizo con el 40,5% de los sufragios.
Por vez primera en la historia de la República un primer ministro pidió el voto para sus rivales conservadores, con nombres y apellidos. “En región PACA llamo a votar por Christian Estrosi frente a la extrema derecha”, dijo Manuel Valls con los resultados de la primera vuelta en la mano. “En la región Norte-Paso de Calais-Picardía llamo a votar por Xavier Bertrand frente a la extrema derecha. En la gran región del Este llamo a votar por Philippe Richert frente a la extrema derecha, que no puede ganar”. En esta última, el socialista Jean-Pierre Masseret se ha negado a retirarse, lo que amplía las opciones de ganar del vicepresidente del FN Florian Philippot.
Fuente: El País