Los focos apuntan a dos excomandantes del 4-F

Los focos apuntan a dos excomandantes del 4-F

 

La detención de Miguel Rodríguez Torres, la búsqueda de Alexis López Ramírez tiene varias cosas en común: ambos fueron fichas clave de la rebelión del 4-F de 1992, pertenecían al círculo más estrecho del extinto presidente Hugo Chávez y los dos son señalados por presuntamente instigar una nueva rebelión.

 

 

La decisiones judiciales se producen escasos días después de sofocar un movimiento en el influyente Batallón Ayala, de Caracas, donde un número indeterminado de militares, de acuerdo con fuentes ligadas al Gobierno, está detenido en un “evento” que se ha preferido mantener en el más absoluto silencio.

 

 

Entre los detenidos, dijo ayer la abogada Lilia Camejo, hay seis tenientes coroneles, un teniente y dos sargentos, todos del ejército y fueron apresados por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar.

 

 

El jurista Alonso Medina Roa, también defensor de los militares, explicó a El Nacional que ayer allanaron la residencia de los tenientes coroneles Iver Marín Chaparro, jefe del principal batallón de la capital venezolana y Erik Peña, director de administración del Hospital Militar de Caracas.

 

 

En este contexto, Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, sostenía desde el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos de Chávez, que “los golpes de Estado son cosas del pasado. Ahora, que desde el imperio estén tratando de mover las marionetas y tratando de calentar lo que es imposible, calentar a las Fuerzas Armadas para propósitos oscuros. Les digo que eso no va a pasar porque las Fuerzas Armadas están curadas, tienen suficiente madurez política”.

 

 

No obstante, el influyente general reconocía que “aquí no puede haber golpes de Estado, estamos en pleno siglo 21, ahora que hay intentos, que siempre se esté conspirando”.

 

 

Diosdado Cabello, número dos del Gobierno, llamó a la unidad ayer en la Fanb: “Debemos estar todos unidos en la defensa de la patria”.

 

 

“Todos los traidores se los regalamos con lacito”, repicó la noche del miércoles el vicepresidente del Psuv, un circunspecto Cabello al cuestionar el paso a la oposición de Rodríguez Torres, a quien identificó como su amigo en el pasado.

 

 

Tanto, que el padre del militar retirado ahora en prisión, Jorge Rodríguez, apelaba a esa amistad a la hora de abogar por su hijo: “Tengo una información bastante cierta de Diosdado Cabello, ellos son muy amigos. Pero también tengo la información de Padrino López, que cada vez que me ve me pide la bendición”, dijo.

 

 

El exministro del Interior, detenido por hombres de inteligencia que él manejó durante 12 años, será trasladado al Centro Penitenciario de Oriente, mejor conocido como La Pica en Maturín, luego de ser presentado ante una corte militar el pasado miércoles.

 

 

Indira Urbaneja, la coordinadora nacional de mujeres del Movimiento Amplio Desafío de Todos, organización política fundada por Rodríguez Torres, informó que ni a los abogados del militar retirado, ni a su familiares se les permitió presenciar la audiencia de presentación, en la que la Fiscalía Tercera Militar le imputaría los cargos.

 

 

“Un oficial de la corte marcial nos dijo que al general se le asignó un defensor público, el cual rechazó. Se  defendió el mismo”, dijo la dirigente, quien agregó que ese mismo oficial les indicó que debían prepararse, porque a Rodríguez Torres lo enviarían a la cárcel de La Pica.

 

 

El militar retirado tiene en su curriculum revolucionario las “charreteras” de participar en el 4-F, ser el hombre de Chávez en materia de inteñogencia, estuvo 12 años al frente del Sebin, antes la Disip; y ocupó el ministerio del Interior por dos años; de Nicolás Maduro.

 

 

Su curriculum le alcanzó para cuestionar duramente al Gobierno  en los últimos tres años, incluso, creó el Movimiento Amplio Desafío De Todos con exmilitares y disidentes y, no pocas veces, dijo: “Para que el país salga de la crisis política, económica, social, espiritual y moral tiene que salir de éste Gobierno”.

 

 

El Mayor General López Ramírez, cuyo paradero es desconocido, fue, ni más ni menos,  Jefe de la Casa Militar de Chávez, Comandante del Ejército y titular del Consejo de Defensa de la Nación (Codena). Su hoja de vida parece no bastarle luego de cuestionar la Asamblea Nacional Constituyente, iniciativa que le hizo dar un paso al costado en el Codena.

 

 

La noche del jueves se daba por hecho, incluso, su detención, pero este medio no pudo confirmarla, más bien la especie que tomó más fuerza es la de una orden de captura en su contra.

 

 

“Mi solidaridad con mi hermano Rodtor (Rodríguez Torres), sus hijas y toda su familia. Todo pasará y Venezuela recuperará el carácter republicano que nos legó Bolívar y la democracia que tanto esfuerzo, sufrimiento y sangre nos costó consolidar en el siglo pasado. Viva Bolívar, viva Venezuela…!”, fue precisamente su último tuit, el 14 de marzo, en respaldo a su compañero de armas, ahora preso.

 

 

Pero Rodríguez Torres y López Ramírez no son los únicos comandantes del 4-F en poner tierra de por medio con la troika Maduro-Cabello-Padrino; también Cliver Alcalá, cuyo rol el 12 de abril en el Zulia es innegable; y Hugo Carvajal, hombre de la inteligencia militar en la era Chávez, no han tenido prurito en cuestionar la Constituyente y el actual estado de cosas del país.

 

 

Alcalá, de hecho, cuestionó las medidas contra sus compañeros de armas, a quienes acusan de “traidores a la patria”. “Se inaugura una nueva etapa inmisericorde a oficiales superiores, generales, tropas que lesiona la moral de la Fanb”, escribió en su facebook.

 

 

El politólogo Nícmer Evans, disidente del chavismo, dijo a la AP que para el Gobierno los disidentes representan un «talón de Aquiles importante» porque muestran que «salirse del gobierno y enfrentarlo puede ser exitoso en el sentido de poder».

 

 

En la oposición la reacción es parca, en particular sobre Rodríguez Torres,  quien respaldó el recién creado Frente Amplio y el partido Voluntad Popular, mientras en el chavismo no pocos prefieren la cautela sobre el tema.

 

 

Panorama

Comparte esta noticia: