En 1942, el Papa, Pío XII decidió crear el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido comúnmente como Banco de El Vaticano. La justificación de la existencia de la institución fue la necesidad de administrar los activos destinados a obras de beneficencia. A pesar de lo altruista de su misión, en los últimos años ha estado envuelto en denuncias por corrupción e ilícitos. Aquí recordamos algunos:
Caso Sindona
En la década de los 60, las investigaciones arrojaron la relación “no tan santa” entre el IOR y la Banca Privata Finanziaria, cuyo propietario era el siciliano, Michele Sindona.
A petición del Papa, Paolo VI, Sindona es comisionado para modernizar el Banco de los religiosos y gestionar sus inversiones extranjeras.
Años después se descubre que el banquero privado tenía vínculos con la mafia; además de que se detecta cómo movía el dinero a paraísos fiscales.
Acusado y preso en la cárcel de Voghera, el financiero siciliano muere a causa de un café envenenado.
Marcinkus
El arzobispo estadounidense, Paul Marcinkus fue nombrado presidente del IOR en 1971, aunque no tenía ninguna relación con el mundo financiero.
Un año después, decide «ceder» las acciones de la Banca Católica del Veneto (de la que eran accionistas mayoritarios) al Banco Ambrosiano.
La movida generó una fuerte resistencia entre los obispos y como protesta, cerraron sus cuentas en la banca del Veneto.
Banco Ambrosiano
En 1982, se dio uno de los casos de fraude más grandes que han ocurrido en Italia. En total, «desaparecieron» casi mil 300 millones de dólares en préstamos a empresas fantasma en América Latina.
De nuevo, Marcinkus, se ve salpicado, pues fue él quien proporcionó las cartas de crédito utilizadas. Sin embargo, gracias a la inmunidad de la que gozaba, logró evadir la justicia.
Otro destino muy distinto vivió el director del Banco; Roberto Calvi, quien en primera instancia se escapó, pero días después apareció ahorcado bajo el puente Blackfriars en Londres. En sus bolsillos llevaba cinco kilos de piedras, ladrillos y US$11.700.
A pesar de que se presentaron cargos contra cinco personas, todos fueron absueltos después de un juicio.
El Banco del Vaticano nunca admitió ninguna responsabilidad por el colapso del Ambrosiano.
Consejo vigilancia
Justo tras los escándalos del Ambrosiano, en 1989, el papa Juan Pablo II, modificó el estatuto que regía a la banca vaticana y dejó el control a un Consejo de Vigilancia conformado por cinco cardenales y un Consejo de Sobreintendencia compuesto por cinco laicos y un director general. Todos responden directamente al Papa.
En 1993, el escándalo de corrupción político conocido como Tangentopolis en Italia y el suicidio de dos investigados: Gabriel Cagliari y Raul Gardini por el denominado caso Enimont, vuelve a traer la atención sobre el IOR, pues alos dos fallecidos tenían cuentas allí.
Tedeschi
En 2009, Ettore Gotti Tedeschi fue nombrado presidente del IOR. Apenas un año después, la justicia italiana abrió una investigación en contra de dos directivos de la entidad bancaria por violar las leyes italianas de lavado de dinero.
La policía incautó 30 millones de dólares, en septiembre de 2010. Esa investigación volvió a poner a la entidad en el ojo del huracán.
Tedeschi aseguró entonces que se trató de «un error de procedimiento» y que el banco no tiene «nada que esconder».
Fuente: ÚN