El mundo se posicionó en contra de la invasión rusa, tanto que las marcas de tecnología rechazaron ser usadas en el conflicto. Pese a ello, Rusia está utilizando drones y robots para librar batallas armadas. Esto es lo que sabemos.
Seguro que recuerdas como las empresas tecnológicas eligieron bando hace unos meses en el conflicto ucraniano. Nadie, o más bien ninguna, quiso que su marca se relacionara con una invasión que ha costado vidas humanas.
Pues bien, pese a todo, el ejército ruso ha elogiado a los drones y robots de fabricación china de grado civil por su buen rendimiento en el campo de batalla, lo que ha llevado a sus fabricantes a señalar que los equipos no están destinados ni se venden para fines militares.
Cuando esta semana apareció en los medios de comunicación rusos patrocinados por el Estado un vídeo de un perro robot con cámara y un lanzagranadas, muchos lo reconocieron inmediatamente como el perro robótico Go1 de Unitree Robotics, de 2.700 dólares, aunque iba «oculto».
«Los diseñadores rusos presentaron una muestra del complejo robótico M-81, capaz de disparar con precisión y transportar armas, en el foro Army-2022», anunció RIA Novosti en ruso, antes de afirmar que el bot pertenecía a la empresa de ingeniería JSC «Intellect of Machines».
RIA Novosti continuó describiendo al análogo de Boston Dynamics Spot como capaz tanto de realizar misiones de reconocimiento como de combate, además de tareas como repartir medicamentos y armas entre los escombros, realizar disparos dirigidos o simplemente patrullar.
La cuestión es que a finales de julio, Unitree tuiteó que «se opone a cualquier forma de refuerzo y comportamiento que sea dañino o potencialmente dañino para los seres humanos» y que solo fabrica y vende productos civiles.
Por su parte, el fabricante chino de drones DJI también ha hecho afirmaciones que entran en conflicto con las afirmaciones del Estado ruso. DJI ya ha sido sancionada en Estados Unidos y ha intentado restaurar su reputación suspendiendo sus negocios en Rusia y Ucrania.
En abril, DJI emitió un comunicado en el que aclaraba que no comercializaba ni vendía sus productos para uso militar y se oponía «inequívocamente» a los intentos de acoplar armas a sus productos.
«Lamentamos absolutamente cualquier uso de nuestros productos para causar daño. DJI solo ha fabricado productos para uso civil; no están diseñados para aplicaciones militares», insistió DJI, prometiendo terminar las relaciones comerciales con cualquier distribuidor con fines militares.
ComputerHoy