Los conflictos que distancian a los líderes de América Latina

Los conflictos que distancian a los líderes de América Latina

Los analistas sostienen que, pese a la retórica de sus gobernantes, la integración regional está en duda. Las disputas entre Brasil y Argentina por el Mercosur, el cambio de postura de Rousseff ante la crisis en Venezuela y los reclamos de Bolivia contra Chile, lo grafican.

Contra lo que sugiere la retórica de sus líderes, América Latina es hoy una región invertebrada”, sostiene Carlos Pagni en una reciente columna publicada en el diario español El País. Según el periodista argentino, el vecindario “se alborotó”. Y para graficarlo, pone como ejemplos los roces de Brasil y Uruguay con Argentina por la eventual reformulación de las reglas del Mercosur, los reclamos de Bolivia contra Chile por la salida al mar e, incluso, el proyectado tren interoceánico que uniría Brasil con Perú, iniciativa que considera “un desaire” para Michelle Bachelet y Cristina Fernández, ya “que venían planeando su propio corredor”.

 

“Más que invertebrada, América Latina es una región fragmentada como ya apuntó Roberto Russell hace cuatro años”, explica a La Tercera Carlos Malamud, investigador principal sobre América Latina en el Real Instituto Elcano de Madrid, aludiendo a la tesis expuesta en 2011 por el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella. “Esto lleva a cuestionar la idea de los éxitos de la integración regional, más allá de los excesos retóricos de sus líderes”, comenta Malamud.

 

Y los “disgustos”, como los denomina Pagni, están a la vista. La semana pasada, la Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, acordaron que avanzarían en la presentación de una propuesta de negociación para un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (UE) sin Argentina, que se ha mostrado reacia a suscribir el acuerdo, lo que ha demorado la discusión entre los bloques.

 

En un mensaje muy claro a sus socios del Mercosur, Vázquez pidió al bloque una mayor libertad para avanzar en acuerdos comerciales con otros países. “Creemos que es necesario alinear al Mercosur con las realidad política y económica del momento”, afirmó. A la par, Rousseff aseguró que “nuestra prioridad en la agenda externa es hacer este año el acuerdo con la UE”. Así, según Pagni, la decisión de Brasil de terminar la negociación sin su principal socio comercial sería una muestra más de la “desinteligencia permanente” entre las Presidentas de ambos países. “Hace más de dos años que no realizan encuentros bilaterales, a pesar de que están comprometidas a celebrarlos cada seis meses”, apunta el columnista.

 

En ese sentido, se espera que a partir de ahora el Mercosur ya no será lo mismo. La “buena onda” que Rousseff y Vázquez mostraron en su encuentro, contrasta con la “frialdad” que Uruguay mantiene con Argentina, según destaca el diario El País de Montevideo, el cual asegura que el mandatario uruguayo “no tiene apuro” en recomponer el vínculo con el gobierno kirchnerista, y esperará a conocer al sucesor de Cristina K para abrir el diálogo.

 

 

Rousseff, por su parte, no sólo tiene desencuentros con Cristina Fernández. En una declaración que en su país fue interpretada como un cambio en la posición oficial brasileña -que desde 2014 ha sido la de no interferir en los asuntos venezolanos-, en abril pasado la mandataria se mostró por primera vez a favor de la liberación de los opositores al gobierno de Nicolás Maduro. “Nosotros no creemos que la oposición (venezolana) deba ser encarcelada”, dijo Rousseff en una entrevista con CNN.

 

En tanto, el tren que China financiará para unir Brasil y Perú también ha servido para exponer las divergencias regionales. En noviembre, el Presidente peruano Ollanta Humala confirmó que el tren “pasará por el norte de Perú, por razones de interés nacional”, dejando de lado la iniciativa de Evo Morales, quien pretendía que la ruta cruzara por Bolivia. En el gobierno chileno ven con escepticismo el proyecto por lo complejo de la geografía de gran parte del trazado de nada menos que 5.000 km.

 

Según Malamud, “en alguna medida estos conflictos hay que vincularlos al excesivo papel de los Presidentes en el diseño e implementación de la política exterior, limitando el papel de técnicos y diplomáticos, lo que deja mayor margen de acción a la improvisación y a la politización de ciertas contradicciones que de otro modo podrían ser más fácilmente reconducibles”.

 

“El escenario regional nunca ha sido fácil, marcado por intentos fracasados de integración y pugnas bilaterales entre distintos países”, reconoce Cynthia Arnson, directora del Programa de América Latina en el think tank Wilson Center. “A pesar de la retórica y la multiplicación de organismos regionales, no hay un liderazgo único y los distintos países actúan de forma clásica en búsqueda de sus intereses nacionales”, dice a La Tercera.

 

Las tensiones entre diferentes mandatarios de la región coincide con el delicado momento que viven varios gobiernos por denuncias de supuesta corrupción, como el caso de Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y México.

 

 

Fuente: La Tercera

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