Se ha sugerido que, en función del estilo de vida que llevemos, puede aumentar la probabilidad de sufrir asma. El problema es que hay datos muy diversos al respecto.
Parece que si has tenido un gato en los primeros años de tu vida, la probabilidad se reduce. Y si vives en la ciudad, la probabilidad aumenta. También se ha sospechado que detrás del asma hay un virus o la ausencia de cuatro tipos de microbios intestinales (Lachnospira, Veillonella, Faecalibracterium y Rothia). Una de las teorías más curiosas, sin embargo, es que ver mucho la televisión podría aumentar la probabilidad.
Teoría de Platts-Mills
Según el investigador Thomas Platts-Mills, de la Universidad de Virginia, los niños pasan más rato viendo la tele que antes (o jugando a videjuegos o navegando por internet) y menos tiempo en la calle, jugando al aire libre, y eso está influyendo en la probabilidad de sufrir asma, tal y como señala Duncan Graham-Rowe en este estudio publicado en Nature.
No es una coincidencia, dice Platts-Mills, que las tasas de asma en los Estados Unidos comenzaron a aumentar después del advenimiento de populares programas de televisión para niños como el Mickey Mouse Club.
Estar tanto tiempo viviendo de forma sedentaria incluso influye en cómo respiramos, tal y como explica Bill Bryson en El cuerpo humano:
Los niños que se sientan a mirar la tele no solo no ejercitan sus pulmones como lo harían si estuvieran jugando, sino que incluso respiran de manera distinta de los que no se quedan enganchados a la pantalla. Concretamente, los niños que leen respiran profundamente y suspiran con más frecuencia que los que miran la tele; y, según esta teoría, esa ligera diferencia en la actividad respiratoria puede ser suficiente para aumentar su susceptibilidad al asma.
Fuente: Xataca Ciencia
Por: Maria Laura Espinoza
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