Los calvos no solo deben proteger su cuero cabelludo sino también su corazón. Así lo asegura un estudio reciente de la Universidad de Tokio que concluyó que la pérdida del cabello está asociada con un mayor riesgo de infarto.
Los hallazgos provienen del análisis de seis estudios pu
blicados sobre la pérdida del pelo y la salud cardiaca en que participaron aproximadamente 37.000 hombres. Según los investigadores, los calvos son un 52 por ciento más propensos a tener enfermedades coronarias.
El estudio, publicado en la revista en línea British Medical Journal, encontró que un tipo de calvicie que se presenta en la coronilla conocida médicamente como “vertex” está relacionada con un aumento en el riesgo de los problemas coronarios.
Sin embargo, no todos los calvos tienen que preocuparse. Los investigadores encontraron que los hombres cuya calvicie afectaba la coronilla se enfrentaban a un aumento de entre el 32 y el 84 por ciento en el riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca, en comparación con los hombres sin calvicie o con “entradas”.
¿A qué se debe el mayor riesgo?
En cuanto a la explicación de este fenómeno, algunos científicos creen que la culpable es una hormona sexual masculina. Se trata de la dihidrotestosterona, que en estudios anteriores ha sido señalada como la responsable de la caída del cabello.
Dicha hormona también ha sido identificada como un factor responsable por la diferencia por género en la incidencia de la enfermedad coronaria. Como se sabe, los hombres jóvenes sufren ataques cardíacos mucho más frecuentemente que las mujeres de su misma edad.
Otras hipótesis incluyen una mayor sensibilidad a las hormonas masculinas, resistencia a la insulina y la inflamación en los vasos sanguíneos.
¿Hay solución?
Tomohide Yamada, científico de la Universidad de Tokio y uno de los líderes de la investigación, asegura que más que preocuparse por la cantidad del cabello, lo importante para los calvos es “implementar hábitos saludables que protejan su corazón que incluyan una dieta baja en grasas, ejercicio y menos estrés. También es recomendable dejar de fumar y controlar la presión arterial alta”.
Inclusive si aún no hay indicios de calvicie es importante hacer un cambio en el estilo de vida. Sobre todo, si se tiene en cuenta que alrededor de la mitad de los hombres comienzan a quedarse calvos hacia los 30 años de edad y la mayoría son ya sea calvos o tienen un patrón de calvicie, cerca de los 60 años.
En conclusión, el temor masculino a perder el pelo ya no es solo una cuestión de vanidad.
Fuente: Revista Semana