Tres especialistas en política internacional analizaron el bloque de los Brics en medio de las crisis globales, en un foro organizado por el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro. Concluyeron que representan un desafío para las economías tradicionales, el multilateralismo y la democracia
El creciente poder de influencia y las contradicciones del grupo de los Bircs, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, así como los intereses hegemónicos del país asiático en medio de las crisis globales, fueron tema de análisis de tres expertos en política internacional en el coloquio “Los Brics y el nuevo orden mundial”, que fue organizado por el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro.
Paulo Velazco, investigador de la Universidad del Estado de Sao Paulo, Brasil; Félix Arellano, internacionalista de la UCV; y Luis Angarita, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de esa casa de estudios, concluyeron que los Brics cumplen un papel complicado y desafiante, con visión multipolar, para grandes economías tradicionales, el multilateralismo y las democracias en el mundo.
Edmundo González, coordinador de Relaciones Internacionales del Instituto que preside Ramón Guillermo Aveledo, presentó el conversatorio que fue moderado por Juan Salvador Pérez, abogado especializado en Negocios Internacionales, y que contó con nutrida participación, vía online, gracias al apoyo de Universitas Fundación.
Los Brics en el orden mundial
Velazco centró su intervención en la creación y desarrollo de los Brics en el nuevo orden mundial ante las crisis y tensiones globales.
Destacó que si bien la creación de los Brics, integrado por Brasil, Rusia, India y China, en el año 2000, así como su acrónimo en el mercado financiero, sirvió para llamar la atención del potencial de esas cuatro grandes economías emergentes en el siglo XXI, en la actualidad, el grupo con Suráfrica como quinto miembro busca mayor influencia y poder de negociación, en medio de la crisis global.
En un recorrido histórico, Velazco señaló que a partir de 2006 los Brics se transformaron en un grupo de proyección internacional importante, con la reunión informal entre los cancilleres de los cuatro países. A esto les siguió la primera reunión ministerial en Rusia, en 2008, y la primera Cumbre en 2009.
“Fue un momento muy particular de crisis, con las dificultades económicas en los Estados Unidos que se extendieron a Europa, y en ese contexto los países del Sur global cobraron más fuerza y poder en la política internacional para intentar ganar posiciones y marcar influencia sobre las distintas agendas sobre todo las económicas dentro del G20”, explicó.
En ese período de crisis, los cuatro países lograron ayudar a financiar el FMI, lo cual les generó mayor presencia en el Banco Mundial y otros organismos multilaterales.
“El deseo del grupo Brics era contribuir con el nuevo orden mundial, en el que los países del Sur Global estuviesen mejor representados; cambiar la relación de fuerza dentro de las organizaciones multilaterales, no rompiendo con el orden liberal establecido de estas, aunque sí intentando reformarlas de manera soft para permitir la mayor proyección y movilizar más sus agendas e intereses”.
Sin embargo, en la década de 2010 se experimentaron cambios negativos que afectaron a los países del Brics, aunque se consideró positivo el ingreso de Suráfrica, en la Cumbre de 2011.
En la actualidad, con la crisis económica global, tras la aparición de la pandemia de la COVID-19 en 2020, el grupo de Brics ha comenzado a asumir mayores responsabilidades más allá del mercado financiero, y se interesan por el desarrollo sostenible, dijo el especialista.
Velazco destacó la creación del Banco de Desarrollo de los Bircs en 2014 –ahora denominado Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS (NBD BRICS)- con sede en Shangai, China, como opción frente a los organismos multilaterales tradicionales, y también la ampliación de nuevos miembros como Egipto, los Estados Árabes y Uruguay, con lo que el grupo procura mayor representatividad y poder de negociación.
“Esto fue muy estratégico en un momentos de la guerra de Ucrania y de divisiones más profundas y antagonismos en la política internacional; los Brics reconocen en esta realidad una oportunidad para ganar mejor y mayor proyección”.
El especialista destacó el peso hegemónico de China en las decisiones del Brics, como tratar de influir en el oriente medio, favorecer el ingreso de Suráfrica para “consolidar su influencia en el continente africano”, o tener de aliado a Argentina en Suramérica”. También plantea desafíos para el multilateralismo, “cuya crisis crece ante el avance de gobiernos populistas”, y para los Estados Unidos y países europeos e inclusive árabes. “Les costará más llevar sus agendas sin escuchar las demandas del Brics”.
Pero zanjar las diferencias internas en el Brics, como el tema de las armas, es uno de los aspectos pendientes para el grupo que “será más importantes a partir del año próximo cuando el grupo se amplíe a 11 miembros”, precisó.
El papel “rupturista” de los Brics
Arellano, exdirector de la Escuela de Estudios Internacionales, por su parte, abordó los Brics y su papel en la ruptura del nuevo orden mundial, en los últimos años.
“El desafío que se nos presenta tiene que ver con el papel rupturista de los Bircs de una tendencia ideológica, pero cargado de contradicciones, pues no representa un espacio económico”, subrayó el profesor al comenzar su exposición. Y destacó la inconveniencia de que en Venezuela se considere a los Brics como alternativa en la economía, porque carece de un esquema de integración como el Mercosur.
“Los Brics con la hegemonía de China, con una Ruisa cada vez más expansiva, es un desafío significativo sobre todo para el orden liberal”.
Abordó las contradicciones que marcan al grupo de los Brics. Indicó que China, si bien ejercer sobre los Brics su hegemonía, no necesita de estos para desarrollar su estrategia de expansión internacional. “Eso lo hace de manera independiente y tiene proyectos de expansión como la Ruta de la Seda que es una política de carácter individual, pero los Brics son un instrumento para desafiar el orden pero no para construir un proyecto económico global eficiente y beneficioso para sus miembros”.
También destacó las diferencias internas entre los miembros de los Brics. Citó los casos de China e India y sus problemas fronterizos que han llegado al plano militar, como parte de la política expansiva del país asiático; y de la “China draconiana y hegemónica” en el tema de deuda con los países vecinos en desarrollo. “Ahora hay que repensar el Club de París cuando se negocie con China”.
“Tanto China como Rusia están promoviendo una visión rupturista del orden liberal particularmente que llamamos profundizado o 2.0, donde la soberanía tiende a flexibilizarse para dar mayor poder a la arquitectura multilateral como la OMC; al tema de los derechos humanos y el Examen Periódico Universal con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos”, afirmó Arellano.
“Hay también una visión contra las instituciones democráticas y valores liberales, lo cual puede ser una contradicción interna con Brasil y Suráfrica, en alguna medida, pues aunque puedan ser de carácter híbrido, han defendido la institucionalidad democrática”.
Lo que plantean los Brics es el orden multipolar, enfatizó el catedrático. “Un orden no incluyente y que tiende a propiciar hegemonías autoritarias, y por eso el que buena parte de nuevos miembros no sean democracias, sino regímenes autoritarios duros, radicales, es un punto que genera preocupación”.
En el caso de China, en particular, dijo, hay una narrativa liberal en la que promueve democracias de partido único, en las que buena parte de los líderes políticos están presos o en exilio, y el carácter discrecional juega un papel determinante.
“Por eso en el caso de China o de Rusia, miembros importantes de los Bircs, hay rechazo hacia los avances de la arquitectura multilateral, como en el caso de la OEA y la Carta Democrática o de la Corte Penal Internacional, y eso se va sintiendo en la propuesta de orden multipolar que nos plantea los Brics”.
El peso de los Brics en la economía mundial
Durante su intervención, e profesor Angarita abordó el tema de los Brics y su comparación con otros foros informales como G7 o G20 que reúnen líderes de la economía y bancos centrales, u otros mecanismos.
Luego de expresar coincidencias con los otros expositores, recordó el origen de estos grupos nacidos de las crisis petroleras y financieras en el marco de cumbres presidenciales, que generaron la necesidad del valor de asociación.
“Todo esto lleva a hablar de sostenibilidad, toda vez que China juega un rol importante en la expansión financiera, como gran prestamista, pero a partir del IV Congreso del Partido Comunista revisa esa política y la cambia por el nivel de influencia que busca obtener en medio de la crisis global”.
Ante esto, el tema de los Brics es “relativamente importante”, precisó. “Su peso en la economía mundial es cada vez mayor ante las dos crisis económicas que se han producido en menos de 20 años”.
Al referirse al empleo de instrumentos de paz de los países junto con los económicos, indicó que surgen las sanciones y estas se constituyen también una de las razones de que los Brics tengan vigencia. “Allí comienza el debate sobre los nuevos y viejos temas que es la democracia liberal, que implica alternancia y liberalidad, derechos humanos, lo ambiental como límite al sistema productivo contemporáneo”.
“Brics tiene vida en el sistema geopolítico cuando el péndulo de la democracia, donde la haya, se retira”, indicó al citar países en los que su acercamiento con sistemas autoritarios no ocasiona cambios ideológicos.
Consideró que “la gran pretensión” del Brics y del nuevo Banco de Desarrollo que no tiene gran condición económica ni condiciones de desempeño es dejar de utilizar el dólar, el cual se utiliza como herramienta geopolítica que sustituye a las armas. ”Eso lo vemos en el caso de la Unión Europea”
“Por eso si evaluamos las nuevas adhesiones de miembros, estas tienen que ver con petróleo y con la divisa”.
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