El retraso en la presentación de la reforma bancaria que prepara el Gobierno de Enrique Peña Nieto no ha impedido que ese sea el tema central de la Convención Nacional Bancaria que ha comenzado este jueves en Acapulco (Estado de Guerrero). La directiva de la Asociación de Bancos de México (ABM) ha tratado sin éxito de esquivar las preguntas de la prensa sobre el texto después de que el Gobierno les presentara el pasado lunes un borrador. La idea del Ejecutivo era hacer una presentación pública al día siguiente, pero el presidente se vio obligado a anularla por la crisis política entre el PRI y los partidos de la oposición, que puso al borde de la quiebra el Pacto por México, sostén de la reforma bancaria y de toda la estrategia de gobierno de Enrique Peña Nieto.
El retraso ha contribuido a ahondar las conjeturas sobre la reforma, de la que oficialmente solo se conoce que tendrá como objetivo conseguir que los bancos “presten más y más barato”, según las palabras del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, el fin de semana pasado en Washington (EE UU). Los banqueros, que no quieren hablar hasta que se conozca oficialmente el texto, sí han respondido al fin último de la reforma. “Coincidimos en el objetivo, que crezca el crédito. El crédito es el objetivo de los bancos, pero también identificamos un problema de demanda”, dijo Luis Robles, presidente ejecutivo de la ABM.
Los banqueros quieren evitar que la reforma los coloque a ellos como los únicos responsables de que el dinero que no fluya hacia las empresas y los particulares. “La bancos están líquidos y tiene dinero que prestar”, sostuvo el presidente de la ABM, Jaime Ruiz Sacristán. La ausencia de demanda de créditos se debe en parte a la informalidad, en la que trabaja un 60% de la población activa (30 millones de mexicanos).
La penetración del crédito en México es una de las más bajas de América Latina, con un 26% en relación al Producto Interior Bruto (PIB), cuando en Brasil ya supera el 50%. Los empresarios mexicanos prefieren autofinanciarse con sus proveedores o familiares antes que acudir a un banco por las altas tasas de interés. En el descargo de culpas, los banqueros esgrimieron los datos de la ABM, que muestran que el número de créditos otorgados se ha casi cuadriplicado en la última década.
Otro de los puntos clave que comparten banqueros y políticos, y que es uno de los ejes de la reforma, es que hay que atajar la inseguridad jurídica. Hoy en día la recuperación de la deuda de una empresa en quiebra por el banco se prolonga durante años. Con nuevos mecanismos jurídicos, la banca asegura que podría bajar las tasas. “Podríamos explorar nuevos terrenos que hoy son muy riesgosos (…). No se trata de ir en contra de los deudores, se trata de apretarle más a los malos deudores y de premiar a los buenos”, dijo Robles.
Esta tarde se espera en Acapulco la comparecencia de Enrique Peña Nieto, lo que ya se deja ver en la cantidad de efectivos de la policía y del Ejército que rodea el perímetro del hotel donde se celebra la Convención. El presidente, inmerso estos días en salvar el Pacto por México, podrá avanzar algún detalle de la reforma bancaria pero no la presentará por completo. Seguramente esperará a volver a reunir a los partidos de la oposición –PAN y PRD- para hacer un acto conjunto que escenifique el cierre de la primera gran crisis a la que ha tenido que enfrentarse el PRI desde que asumió el poder el pasado 1 de diciembre.
Fuente: ElPaís