El automóvil sin conductor de Google ya sabe cambiarse de carril, ceder el paso siguiendo las normas en un cruce, adelantarse en la vía o pasar con cautela cerca de un ciclista. Ahora el último reto que se ha planteado Google es que sus vehículos robotizados sepan usar la corneta en el momento adecuado.
El automóvil sin conductor de Google ya sabe cambiarse de carril, ceder el paso siguiendo las normas en un cruce, adelantarse en la vía o pasar con cautela cerca de un ciclista. Ahora el último reto que se ha planteado Google es que sus vehículos robotizados sepan usar la corneta en el momento adecuado. Divulgó El País.
Google no quiere que estos carros abusen o se conviertan en conductores sin educación, pero tampoco que sean incapaces de avisar en las situaciones en que se precise.
Durante el mes de mayo Google se ha centrado en hacer que sus automóviles acierten a la hora de usar la corneta. En el informe mensual se explica cómo el elemento de tortura favorito en los atascos de tráfico se pensó para avisar a los demás de que algo iba a suceder. Google reconoce que es complicado llegar al punto de sofisticación con el que lo usan los humanos.
“Queremos que nuestros coches sean educados, respetuosos y que sólo usen la corneta cuando sea necesario por motivos de seguridad”. Afirman ingenieros encargados de estos carros.
Google ha estado haciendo pruebas con 24 Lexus híbridos y 34 de fabricación propia, los koala. Lo primero que ha tenido que aprender el vehículo es a discernir.
Durante las pruebas intentamos que sepan distinguir entre situaciones de riesgo y falsos positivos, a entender la diferencia entre un carro que viene en dirección contraria y el que está haciendo un cambio de sentido, apuntan.
Los ingenieros han creado varios tipos de toques. Desde dos sonidos cortos y seguidos, a modo de aviso amistoso, a uno largo para algo que urja. Durante las pruebas los ingenieros dentro del auto fueron tomando nota para ver la cantidad de aciertos según la situación.
Incluso han pensado qué personalidad quieren que proyecte el conductor inexistente a través de su estilo. «A medida que mejoremos, con más experiencia, podrán predecir cómo se van a comportar los otros coches y saber en qué momento deben sonar o no”, detallan.
Otra novedad es que por primera vez, se han alejado de su sede. Hasta ahora dominaban el tramo que va de San Francisco al Googleplex, como se llama su complejo de edificios, así como Mountain View, la localidad donde está el cuartel general. Los coches de Google han transitado Kirkland, en el estado de Washington, Fénix, en Arizona, y Austin, en Texas.
Google confiesa un nuevo accidente menor, pero distinto a los sustos anteriores. El 4 de mayo, uno de los vehículos se subió a una pendiente. Se aclara que no fue error del vehículo, sino de un empleado de Google, que en ese momento lo estaba manejando de manera manual.
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