Cuba tendrá apagones en el 38 % de su territorio en la tarde y noche de este viernes, tras una jornada previa con interrupciones en el servicio durante todo el día, según el reporte de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
Este es uno de los índices más elevados registrados desde principios de año cuando el déficit alcanzó el 40 %, de acuerdo con los informes emitidos diariamente por UNE.
Ocurre además en medio de los mantenimientos programados por la empresa estatal previo a los meses de julio y agosto (verano) cuando aumentan los apagones debido a que las obsoletas centrales termoeléctricas no son capaces de suplir la demanda.
También hay averías y varias unidades de las centrales fuera de servicio, así como falta de combustible necesario para generar la electricidad a través de las termoeléctricas.
Los apagones, en medio del sofocante calor de mayo, han vuelto a sentirse en todas las provincias del país con afectaciones que superan las diez horas diarias, e incluso en La Habana con la modalidad de “programados” por cada barrio. Estos duran unas cuatro horas.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, prevé para este viernes una capacidad máxima de generación eléctrica de 2.150 megavatios (MW) para una demanda que alcanzará los 3.380 MW, en parte por la ola de calor.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.230 MW y la afectación -los circuitos que se desconectarán realmente- alcanzará los 1.300 MW en el denominado ‘horario pico’, en la tarde-noche.
El informe diario señala que 6 unidades de generación se encuentran averiadas y otras 3 en mantenimiento. Además, 57 centrales de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible.
La afectación real supera muchas veces estos datos preliminares de la UNE.
El sistema eléctrico nacional de Cuba se encuentra en una situación muy precaria por la falta de combustible importado y las averías en las centrales termoeléctricas, obsoletas por sus más de cuatro décadas de uso y la falta de inversiones y mantenimientos.
El Gobierno cubano ha rentado varias centrales eléctricas flotantes (de las que actualmente solo quedan cinco) para paliar la falta de capacidad de generación, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa.
Los apagones lastran el rendimiento económico del país, que se encuentra sumido desde hace cuatro años en una grave crisis.
Han sido además el detonante de las protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.
EF