La píldora anticonceptiva tiene múltiples beneficios que van más allá de su utilidad principal, pues, entre otras ventajas reducen el acné, el síndrome premenstrual e incluso los riesgos de cáncer de ovario y endometrio. Sin embargo, esta es sólo la parte buena de la historia, la cara de una moneda que también tiene su cruz ya que, según un reciente estudio, también aumenta las probabilidades de sufrir cáncer de mama de forma alarmante.
De acuerdo con un nuevo estudio llevado a cabo por el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Seatle (EEUU), la cantidad de estrógenos de las pastillas anticonceptivas variaba de forma significativa el riesgo de padecerlo.
Las dosis altas de estrógenos triplican el riesgo
En la investigación, los científicos analizaron a 1.102 mujeres de entre 20 y 49 años diagnosticadas con cáncer de mama y compararon sus datos con un grupo similar de mujeres que no lo había sufrido, concluyendo que las probabilidades de padecerlo aumentaban más de un 50 por ciento con el uso de anticonceptivos orales.
En concreto, se halló que las dosis altas de estrógenos casi triplicaban (2,7 veces) las probabilidades de padecerlo, mientas las dosis moderadas lo incrementaban 1,6 veces y las dosis bajas no representaban problemas, según se recoge en el artículo publicado en la revista Cancer Research.
Si bien las mujeres que tomaban la píldora tenían un riesgo un 50 por ciento mayor de desarrollar el cáncer de mama en relación a las que nunca las tomaron, los investigadores también descubrieron que cuando se dejaba de tomar, el riesgo volvía a la normalidad.
A pesar de los dramáticos resultados, los autores del estudio dicen que todavía es pronto para hacer recomendaciones clínicas y no aconsejan dejar de tomarlas. “El cáncer de mama es una enfermedad rara entre mujeres jóvenes y, de hecho, el uso de anticonceptivos orales tienen muchas ventajas. Además, este estudio todavía no se ha replicado”, explica Elisabeth F. Beaber, líder del estudio.
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