No importa la destreza que tengas maquillándote… A todas nos ha pasado: El rímel nos ha estropeado toda la sombra de ojos, nos hemos intentado perfilar los labios y hemos acabado pareciendo un payaso, nos hemos pasado con el colorete, o con el corrector y un largo etcétera. ¡Qué complejo es el mundo del maquillaje!
Lo peor de todo es que el error fatal siempre llega cuando menos lo esperas… Cuando estás a punto de acabar tu obra maestra, y aunque hayas tardado más que en construirla que la misma Sagrada Familia, tienes que volver a empezar de cero. Para que esto no te ocurra nunca más, o casi nunca, te traemos los 5 errores más comunes de maquillaje y la mejor forma de solucionarlos:
1. Mirada felina:
Esa mirada gatuna que tantas pasiones despierta, y que tanto cuesta de conseguir. El eye liner puede convertirse en tu peor enemigo.
La solución: Empapa un bastoncillo en líquido desmaquillante, y pásalo cuidadosamente por la zona que quieres igualar. Gracias a esta improvisada técnica conseguirás una línea recta e igual en ambos ojos, y además, no echarás por tierra el resto de maquillaje.
2. Rímel traicionero:
Una de dos, o te quedan marcas de la máscara de pestañas en los párpados, o aún peor: estás en el último paso, algo se tuerce y te das en el ojo con el rímel, intentas no llorar, que no caiga esa maldita lagrimilla que dejará tus mejillas con un surco negro, pero sucede lo peor, y el daño ya está hecho.
La solución: ¡Usa el corrector! En vez de borrar todo tu maquillaje, aplica corrector sólo en la zona donde sea necesario. Las manchas negras desaparecerán más rápido que en lo que canta un gallo, y sin perder nada de tiempo. Luego aplica cuidadosamente polvos con color para dar el último toque y ¡lista!
3. Pintalabios demasiado resistentes:
Cuando de verdad encuentras un producto que te ofrece lo que prometía “larga duración” te enfadas y quisieras no haberte cruzado con él en tu camino. Hay barras de labios tan intensas que no se quitan ni con aguarrás, por eso, mucho ojo cuando uses una de estas.
La solución: El bálsamo de labios será tu mejor aliado. Aplícatelo sobre el color que no consigues eliminar, y ve dando pasadas con un pañuelito hasta que logres volver a tu tono natural. Antes de volverte a pintar los labios hidrátalos bien, para que no aparezcan esas temidas y poco favorecedoras escamas.
4. Te has pasado con el colorete:
Empiezas con la brocha y te emocionas, tanto, que acaba pareciendo que has salido de una sesión de tres horas de rayos uva, y en el mundo del maquillaje no hay efecto más feo que ese.
La solución: No uses toallitas desmaquillantes si no quieres perder todo lo que habías avanzado. Usa una brocha limpia y aplica polvos sueltos translucidos sobre el desaguisado, en caso de no tener una brocha limpia, también puedes usar una esponjita de maquillaje, que recogerá el producto sobrante.
5. Purpurina y más purpurina:
Si la aplicas bien consigues un efecto precioso y llamativo, pero hay un 90% de posibilidades de que te pases, y acabes con purpurina por toda la cara durante una semana.
La solución: Aplica un poquito de crema sobre la zona afectada, así con una esponjita humedecida podrás recoger el glitter sobrante.
Fuente: Womens Health