El juramento que hicieron ante la Constitución y las leyes al momento de asumir su cargo dentro de la asamblea nacional constituyente (ANC) quedó fulminado por palabras que se las llevó el viento.
Pese a que no ha pasado ni siquiera un mes desde se instaló la ANC, cinco de sus 538 constituyentes (electos el 30 de julio en un proceso lleno de dudas) priorizaron inscribirse como candidatos a las elecciones regionales, pautadas para octubre por orden de la ANC, en detrimento de los votantes que los eligieron.
Mientras duró la campaña participaron en marchas y actos oficialistas, y se sumaron a las promesas hechas por el presidente Nicolás Maduro de “voltear el Ministerio Público” y crear una Comisión de la Verdad, y una vez comenzaron a sesionar, se plegaron a lo que denominan un “suprapoder irrefutable”, pero apenas horas después, decidieron ‘degradarse’ optando por una gobernación que finalmente deberán pelear en comicios contra la oposición, que finalmente también optó por medirse.
Cinco constituyentes fueron los sacrificados por el gobierno con esta decisión: Aristóbulo Istúriz, vicepresidente de la ANC, que buscará “reelegirse” en el estado Anzoátegui, del que se separó para concurrir en los comicios del 30 de julio; lo propio hicieron Héctor Rodríguez (Miranda); Víctor Clark (Falcón); Carmen Meléndez (Lara) y Jehyson Guzmán (Mérida).
¿Vacío constituyente?
La salida de estos cinco constituyentes genera un vacío de poder en sus respectivos puestos según el estatuto de funcionamiento de la ANC, que a diferencia de la Asamblea Nacional (AN) o las alcaldías y gobernaciones, cuentan con mecanismos para que otro funcionario pueda asumir un cargo vacante en situaciones determinadas.
En el caso de la AN cada diputado cuenta con suplentes, y los alcaldes y gobernadores pueden ser sustituidos por personas nombradas por sus Cámaras de Concejales o Concejos Legislativos.
Pero ello no ocurre con la ANC, que en sus estatutos no contempla ninguna de esas instancias.
Por lo contrario, su artículo 13 establece que “Los constituyentes serán de dedicación exclusiva a la ANC”.
Asimismo en su artículo 15 cita: Los Constituyentes deberán asistir a las sesiones de la Asamblea y de las Comisiones Permanentes. El incumplimiento de este deber podrá dar lugar a la suspensión proporcional de la remuneración correspondiente a cada inasistencia, así como la suspensión de las inmunidades y prerrogativas previstas en el artículo 12 según lo determine la Asamblea. En todo caso, se preservará la Constituyente las garantías del debido proceso.
Y el artículo 14 remata: El constituyente cumplirá con sus obligaciones y compromisos con el pueblo en honor al juramento prestado.
Eso sí, Istúriz, Rodríguez, Clark, Meléndez y Guzmán, no han presentado una renuncia formal ante la ANC. Sin embargo, como pudiera suponerse, ninguno debería negarse a hacerlo si confían en salir airosos en sus respectivos estados.
Coincidencias entre los afectados
Los relegados, además de coincidir en el hecho de abandonar la “incuestionable y suprapoderosa” ANC, acumulan ciertas similitudes: buscarán gobernar el estado por el cual se inscribieron para las elecciones del 30 de julio; dejaron puestos “privilegiados” para ello, y además han sido fichas en diversos puestos del gobierno desde la llegada del chavismo al poder.
Istúriz, que era gobernador de Anzoátegui, intentará retomar la magistratura, en detrimento de la vicepresidencia de la ANC. Al igual que él, en un principio, sus ahora compañeros fueron movidos como fichas previo a la contienda.
Rodríguez y Clark eran diputados a la Asamblea Nacional; Meléndez fungía como ministra del Despacho de la Presidencia.
Guzmán era viceministro de políticas estudiantiles del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.
La cuestionada cifra
41.2471 votantes se quedaron sin representación en la ANC, según cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En sus cifras oficiales, el Poder Electoral adjudicó 82.732 votos a Istúriz en el municipio Bolívar de Anzoátegui; Meléndez fue apoyada por 237.657 personas en Iribarren (Vargas); 16.152 a Rodríguez en Páez (Miranda); 54.659 a Clark (Falcón), y 21.271 a Guzmán, del municipio Libertador en Mérida, con la casualidad de que todos pertenecían a la lista número uno de sus respectivas jurisdicciones.
Eso sí, los resultados publicados por el CNE fueron desconocidos por la Mesa de la Unidad, en una tesis que luego fue reforzada por la empresa Smartmatic, que llevaba la data informática del organismo electoral, y denunció que hubo manipulación en las cifras de la contienda, con una diferencia de al menos un millón de votos.
Fuente: El Nacional
Por Confirmado: David Gallardo
