López se respeta

Omar López es un hombre conversador, directo, con ideas claras y muy carismático. El manager campeón de la zafra 2014-2015 de la liga venezolana de beisbol se siente solo un conductor de la proeza lograda por Caribes de Anzoátegui, durante su primera incursión en este circuito en calidad de estratega y con solo 37 años.

 

 

«Estos muchachos… se merecían este triunfo. Yo simplemente lo que hice fue dirigirlos», expresó durante la ceremonia de entrega del trofeo en la que cantó, gritó, saltó y bailó como si fuera un pelotero más del grupo.

 

 

Fueron meses de intenso trabajo en el que los resultados se dieron tal como estaban planteados. «Conseguimos el título con una pretemporada bien sólida, trabajamos en base a calidad y no en cantidad y logramos hacer varias cosas para hacer firme el proyecto que presenté a la gerencia a la cual le agradezco por apostar a mi, por creer en mi y seguir apoyándome en las buenas y en las malas», indicó el carabobeño que solo jugó tres años en ligas menores y dos en la pelota local uniformado con el conjunto al que venció en la final, los Navegantes del Magallanes.

 

 

Si bien es ahora que disfruta plenamente del camino transitado, Omar López reconoce que venir a dirigir en Venezuela -reside en Estados Unidos junto a su esposa Helen y sus dos hijos Omar y Emily- implicó decisiones trascendentales y sacrificios.

 

 

«No iba a regresar»

«Estaba definido que si Alfredo Pedrique hubiese regresado con Caribes de Anzoátegui como manager, yo no iba a venir aquí», recordó López. «Me iba a tomar un año en el cual iba a atender unas cosas personales».

 

 

Desprenderse de los suyos es duro y la decisión para tomar las riendas de la tribu le tomó unos días. «No le dije a Caribes ni sí ni no, pero simplemente conversé con mis esposa», indicó el piloto.

 

 

Hubo dudas, pero prevaleció el entendimiento y la seguridad. Aun así, en plena campaña, cuando conversaba con su hijo mayor Omar (11 años), tuvo que hacer de tripas corazón pues hubo momentos en que lo sentía algo deprimido.

 

 

López no ha tomado una decisión definitiva de regresar al mando de Caribes. Solo necesita palpar a los suyos y cerciorarse. «Quiero llegar allá, hablar con ellos y ver que mis hijos estén bien, que esté todo chévere», confesó.

 

 

Aun así, todo valió la pena.

 

 

Escrito por: Amador Montes  Bolet

Fuente: El Universal

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