La Antártida no pertenece a ningún país, y allí las operaciones de minería están prohibidas. Según el Tratado Antártico se trata de un continente dedicado a la ciencia. Además el texto de 1959 expone explícitamente que «la libertad de investigación científica en la Antártida y la cooperación hacia ese fin» y que «la Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos».
La literatura de ficción Antártica comenzó hace cinco siglos con la publicación en 1605 de Mundes Alter et Idem, que significa «Otro mundo y a la vez el mismo”. El libro trata acerca de un viajero que encuentra a la Antártida poblada de glotones, borrachos y excéntricos.
Los abrigos y la grasa de los pingüinos son muy efectivos, así que las patas, cuando entran en contacto con la nieve, les sirven como una especie de “aire acondicionado” que evita que estas aves hiervan de calor.
Son muchos los libros de aventuras inspirados en la Antártida. Uno de ellos es “El peor viaje del mundo”, que cuenta los periplos de tres hombres en una expedición científica para conseguir huevos de pingüino emperador.
La estación Amundsen-Scott del Polo Sur geográfico fue el escenario de una boda en 1999. La afortunada pareja pasó su primera noche de luna de miel en una carpa con calefacción en plena Antártida. Curioso, ¿verdad?
Son ya más de 20.000 los meteoritos hallados en la Antártida. Esta abundancia se debe a que en la superficie helada son más fáciles de encontrar, y a que el movimiento del hielo los concentra y agolpa contra las montañas del continente blanco.
Un dato sobre la Antártida: el continente antártico llega a tener una superficie similar a la de EE.UU y México juntos cuando el agua del mar se congela en invierno.
Se estima que en un momento dado hay 300.000 icebergs navegando en el océano antártico y rodeando al continente de la Antártida.
El dólar antártico no tiene valor legal, y es emitido por el Antarctica Overseas Exchange Office, que dona parte de sus ganancias a proyectos para hacer ciencia en la Antártida.
En 1957 aterrizaron los primeros turistas en la Antártida, procedentes de un vuelo de Pan American procedente de Nueva Zelanda, que paró brevemente en McMurdo Sound. Actualmente existen decenas de empresas en todo el mundo que ofrecen viajes al continente helado.
Fuente: Muyinteresante