1. Espero que se haya muerto.Esto no se le desea a nadie, pero ellos lo admiten: es lo que han pensado cuando alguien tardaba demasiado en contestar. Hay cosas que sólo las explican los accidentes y las tragedias, y ser imbécil es una de ellas. Estar muerta es una razón más que decente para no haber podido contestar un mísero «jajaja».
2. No le respondas a eso. No-le-respondas-a-eso. Se lo repite como una letanía, mirando la pantalla apagada del móvil por el rabillo del ojo. No quiere ser él quien estire la conversación hasta convertir el chat en una masa de burbujas verdes.
3. Sólo hay un tick. No le ha llegado mi mensaje. ¿Se lo envío otra vez? A menos que se trate de tu madre o tu amigo de la infancia, los whatsappssólo se mandan una vez.
4. ¿Y si todo es un juego mental? Tal vez sólo quiere ver cómo reacciono.Si esto es un examen tipo test, todas las opciones anteriores son incorrectas.
5. Paso. Me voy a poner a hacer algo. Por norma, los chicos tienen la capacidad innata de soltar el teléfono y no mirarlo en horas. Pero si te estás haciendo la dura cuando no contestas, ya sabes que el 90% de ese tiempo lo está empleando en cosas que le distraigan de mirar el móvil.
6. ¡Pantalla encendida! ¡Icono verde! Seguro que es ella. Pero no eres tú. Es, como cada vez que se espera un mensaje concreto, tu operadora de telefonía móvil avisándote de que has superado el plan de datos contratado.
7. ¿Y si la he líado? Han pasado ocho horas desde la última vez que hablasteis. La incertidumbre y la corona de drama queen se materializan en su cabeza.
8. ¿PERO QUÉ SE SUPONE QUE HE HECHO MAL? NO ENTIENDO NADA. SOY UN MONSTRUO. Esto normalmente no ocurre hasta el momento de irse a la cama. Las 23.49 es la hora ideal para sobreanalizar mensajes enviados.
9. ¿Y si la llamo? No. Las únicas llamadas que se realizan en el siglo XXI son para anunciar desgracias o una nueva oferta de fibra óptica.
10. Pues si no me responde, yo tampoco. Ahora la relación cae en terreno pedregoso. Quizás ayer sólo estabas ocupada, le respondes mañana, y aquí no ha pasado nada. O quizás perdáis la oportunidad de conocer a vuestra alma gemela por un arrebato de orgullo.
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