Más de 147 millones de brasileños están llamados a las urnas mañana, para elegir al presidente de la mayor economía latinoamericana, con el ultraderechista Jair Bolsonaro como favorito ante el izquierdista Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores. Estas son cinco razones de por qué las elecciones de Brasil son cruciales también para la región.
Auge de la ultraderecha
El ascenso de Bolsonaro es el reflejo en América Latina del fenómeno mundial del populismo de ultraderecha. El ex militar de 63 años, conocido también como el “Donald Trump brasileño”, es criticado por su hostil discurso nacionalista y por sus insultos contra mujeres, negros y homosexuales. Hace apología de la dictadura (1964-1985), y maneja con destreza las redes sociales.
Crece por el hastío con los escándalos de corrupción, la criminalidad y la crisis económica.
Deforestación
Brasil es uno de los países claves para impulsar la proteccción del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Alberga la mayor parte de la selva amazónica, “el pulmón verde del mundo”, y es uno de Estados firmantes del Acuerdo de París.
Bolsonaro ha señalado que está en contra de las áreas protegidas y su candidatura es apoyada por la “bancada rural”, el poderoso lobby que aspira a abrir más tierras para la agricultura y la ganadería a gran escala.
Crisis institucional
Es la oportunidad para que la presidencia recupere legitimidad tras la controvertida destitución de Dilma Rousseff en 2016. El “impeachment” es considerado el desencadenante de la actual crisis institucional. Mientras el país se hundía en la recesión, el Congreso destituyó a Rousseff y acusó al Gobierno de que maquilló el déficit fiscal, habitual en administraciones anteriores. Los críticos temen que Bolsonaro ayudará a erosionar más la democracia brasileña.
El futuro de “LavaJato”
Otra clave para recuperar la confianza en las instituciones será el futuro de “Lava Jato”, la pesquisa sobre corrupción que puede repercutir en otros países mediante la empresa Odebrecht.
Fundamentalismos
Estas elecciones sirvieron para medir el avance de las “iglesias pentecostales” en América Latina, con su discurso ultraconservador y sus campañas contra minorías sexuales. En Brasil, país con el mayor número de católicos en el mundo, la “bancada evangélica” aumentó su influencia en el Congreso en las elecciones del 7 de octubre.
(DPA)