Más de 2,5 millones de dosis de vacunas llegaron al país a través del mecanismo Covax y esa es una buena noticia que tranquiliza, pues Venezuela está realmente retrasada en cuanto a la inmunización de la población. Hay que recordar la promesa de Nicolás Maduro, de que para octubre estaría vacunada 70%, pero parece que la meta le quedó grande, para variar.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los venezolanos vacunados con la pauta completa apenas superan 20%. Sin embargo, este dato contradice los del gobierno chavista, que afirma que está inmunizada la mitad de la población. Al parecer la diferencia está en quienes solo han recibido una dosis.
El panorama sigue siendo preocupante en Venezuela. Hace semanas que se viene reportando que no hay cupo en las clínicas privadas para atender casos de covid-19, mucho menos en los hospitales públicos, lo que indica un aumento de los contagios bastante alto. Los medicamentos necesarios para el tratamiento de los enfermos o son escasos o cuestan mucho dinero, es decir, no están al alcance de la mayoría.
Los epidemiólogos aseguran que el país vive la tercera ola o pico de la epidemia. Son situaciones que la mayoría de los países, incluso los vecinos, ya han pasado y han controlado gracias a la verdadera vacunación masiva, es decir, sin esperar mensajitos de texto o ser elegido como en una lotería.
Venezuela no parece que fuera a mejorar, a pesar de la llegada de esta cantidad de vacunas. Ya Maduro decretó la Navidad y asegura con mucha irresponsabilidad que suspenderá la cuarentena para los meses de noviembre y diciembre. Además, insiste en el comienzo de las clases presenciales para dentro de una semana sin haber vacunado a los docentes ni al personal de las escuelas, o más bien no sabe si se han inmunizado porque el desorden de este proceso es tal que no tienen registro de cuántos maestros han completado sus dosis.
Un ejemplo del desorden que ha caracterizado este proceso es que el lunes de la semana pasada cerraron las principales vías de acceso a Caracas como una medida para controlar los contagios en semana radical, pero el martes ya no hacía falta. ¡Un día a la vez! pareciera ser el lema de quienes coordinan el tema sanitario en el país.
Como siempre que se escribe de este tema en el editorial, la única salvación del venezolano en contra de este virus mortal es cuidarse, no relajar las medidas de bioseguridad personales ni exponerse demasiado. Y sobre todo, tratar de vacunarse.
Hay que extremar la protección personal. La gestión chavista no ha podido garantizarle la salud al pueblo en 20 años, mucho menos ahora en tiempos de crisis. Lamentable decirlo, pero es así.
Editorial de El Nacional