El hecho ocurrió en Mérida. Presunto hampón le cayó a patadas al encasquillarse el arma. A la especialista le fracturaron una costilla
¿Robo o amedrentamiento? Estos serían los móviles del ataque sufrido, en la ciudad de Mérida, por la doctora en lingüística Rosa Amelia Asuaje, una de las expertas promovidas por la Fiscalía General de la República en el caso que se siguió en contra del discurso del dirigente Leopoldo López.
Asuaje, al mediodía del pasado sábado, fue a una consulta médica en el sector La Parroquia, de Mérida, y mientras esperaba que le abrieran la clínica fue sometida por un presunto hampón.
“Yo llegué en mi carro a la clínica y estando en el porche para que me abrieran la puerta recibí una llamada telefónica de una hermana que vive en el centro del país. Hablaba con ella y en ese momento fui sorprendida por un sujeto armado, de contextura gruesa y muy alto. Me pidió el celular y, al principio, debo decirlo, me resistí y hasta le pedí, en mi angustia, ayuda a mi hermana: ‘Dariela, me están atracando, ayúdame’, le dije.
Llegué a forcejear con ese hombre. Me quitó el teléfono, me insultó y amenazó. Me gritaba: ¡Te voy a matar!, te voy a matar!’ y me colocó el arma en la boca.
Todo lo que gritaba lo oyó mi hermana… Pueden imaginar su desesperación. Gracias a Dios, el arma se encasquilló; al no salir la bala, el sujeto se llenó de ira y me jaló el cabello hasta dejarme caer en la acera. No se cansó de insultarme ni de caerme a patadas.
Yo, en la acera, traté de evitar que me golpeara la zona abdominal. Me dio tantas patadas que me fracturó una costilla.
Se llevó, además del teléfono, mi cartera. Lo vi escapar y en la esquina lo esperaba un motorizado.
Yo denuncié , el mismo sábado, ante el Cicpc y la Fiscalía. En la mañana del domingo fui informada de que habían abandonado mi cartera —con todos los documentos y llaves del carro y mi residencia— en una parada de autobuses de la avenida Panamericana.
En el Cicpc describí al sujeto, pero advirtieron que puede tratarse de un caso de amedrentamiento. Por eso denuncio públicamente, han sido varias las amenazas que he recibido este año”.
A comienzos de febrero del 2015, la fiscal Luisa Ortega Díaz informó que el Ministerio Público otorgaba una medida de protección a la experta pericial por haber recibido amenazas por vía telefónica, correo electrónico y de manera directa.
En panfletos le dijeron a Asuaje: “Cuídese que se la vamos a cobrar… no dormirá segura ni tranquila más nunca…”, recordó Asuaje.
El 4 de febrero, el MP comisionó al fiscal 24° nacional, Didier Rojas, para investigar esas amenazas.
En octubre pasado, en un artículo de opinión —La responsabilidad y el exfiscal Nieves— Asuaje se desmarcó de las opiniones emitidas por el exfiscal Nieves con respecto a su participación y la forma en cómo elaboró la experticia que se le pidió desde el Ministerio Público.
La doctora señaló en su artículo: (…) quiero hacer un llamado a la opinión pública y muy especialmente a los medios de comunicación privados de nuestro país, de que no se hagan eco del odio inducido. En el plano personal, he sido víctima de amenazas a mi vida y a la de mi menor hija, así como al escarnio público de amigos y extraños, especialmente por parte de mis colegas del gremio profesional, quien sin un ápice de piedad, han disparado sus misiles contra mí, sin tener las pruebas que me incriminan en sus manos y sin saber, irresponsablemente, lo que realmente sucedió en esa sala de audiencia los días de febrero pasados en los que comparecí ante la ciudadana jueza Susana Barreiro (…) Este exhorto lo hago desde la voz de una experta que, por temibles juicios, ha sido difamada, al igual que mi familia, contribuyendo al odio entre venezolanos”.
“Gracias a Dios me dejaron viva”, dije Asuaje. La experta y su familia esperan cesen este tipo de situaciones y sea precisado el origen de esta nueva agresión.
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