Liliana Hernández, dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, no confía en el CNE, pero está segura de que con una “avalancha de votos” la oposición podría ser mayoría en la AN
– De cara a las próximas elecciones parlamentarias, y considerando la crisis que atraviesa el país, ¿cree usted que el electorado tenga intenciones de votar?
-No es que lo creo. Lo he visto en las encuestas que proyectan una participación importante para ese proceso electoral. Pero aún estamos a muchos meses de las elecciones. Habría que esperar que se dé a conocer la fecha, pero aún sin haberse fijado, se siente una gran motivación de la gente a participar. La gente ha entendido que uno de los mecanismos de protesta, de reclamo, puede ser el voto de las elecciones parlamentarias.
-¿Hay confianza en el Consejo Nacional Electoral (CNE)? Es decir, confianza que se traduzca en votos.
– Para mí, el problema no está en el CNE. Yo no confío, yo no voy a mentir, soy de las que no confío en el CNE, y creo que mucha gente tampoco confía. Mi llamado es: en ninguna de las elecciones se ha ido confiando en ese organismo, hemos confiado en nosotros. Hemos obtenido, en algunas, buenos resultados, en otras no. Si la gente decide votar por avalancha, la avalancha no la detiene ningún CNE, ni Tiby (Tibisay Lucena) puede con una avalancha de votos a favor del cambio democrático. Cuando logras obtener una diferencia contundente, que pasa del millón de votos, es imposible ocultarlo, nadie lo detiene, no hay sistema, no hay, y eso es lo que tenemos que buscar.
-Dijo recientemente que el electorado está reclamando alguien que esté en sintonía con los problemas cotidianos de la gente ¿hay algún político que encaje en ese perfil?
– Como no vamos a una elección presidencial, sino a una elección parlamentaria, tienen que haber muchos candidatos que encajen en ese perfil.
– ¿Tiene algunos nombres?
– ¿De los candidatos? Tengo algunos que me gustan mucho. Me parece que la gestión del diputado Stalin González en la Asamblea Nacional ha sido excelente. De Anzoátegui me gusta lo que han hecho los diputados Marcos Figueroa y Carlos Andrés Michelangeli. Me gusta también Ángel Medina (Miranda). Me gusta mucho hablar de los jóvenes porque creo que el cambio que piden las encuestas es un cambio de todo, no solo un cambio de gobierno. Creo mucho en la construcción de ese liderazgo al que le va a tocar dirigir este país.
-¿Qué camino deberían recorrer los jóvenes cuadros políticos de la oposición?
– Primero, mucha formación. A todos les recomiendo lectura. Tiene que ser gente que ame lo que hace, que entienda que el cargo es una consecuencia de tu trabajo, no la razón de ser del político, eso hay que recuperarlo mucho en Venezuela. Un asunto clave: conocer el país, y no sólo conocerlo con una visita o con una rueda de prensa en determinado estado, hablo de patear Venezuela. Venezuela es alucinante. El político debe vivir la cotidianidad.
-¿Qué error, definitivamente, no deberían cometer los jóvenes políticos de la oposición?, ¿de qué conducta deberían alejarse y de qué no deberían enviciarse?
-De la falta de valores. La ética es una sola ética y no hay una medio ética, se es honesto o no se es honesto. Yo creo que una de las grandes fallas en el pasado ha sido la ausencia de ese valor. La solidaridad es también crucial. Que no caigan en la destrucción del otro, porque no se trata de las destrucción del otro, sino de la confrontación de ideas. Y, lo más importante, que no mientan.
-Es sabido que para ganar elecciones es necesaria una maquinaria efectiva, que funcione particularmente bien el día de los comicios, en el contexto de crisis que vive el país, ¿cree que el chavismo tenga los recursos necesarios para pagar el costo de esa maquinaria?
– Aquí no habrá comida, aquí no hay dólares, aquí no hay nada, pero aquí van a haber los reales para esas elecciones. Ellos van a sacrificar todo como lo han hecho siempre.
-¿Serán suficiente las “caricias” (pagos en efectivo, bolsas de comida, electrodomésticos) para conseguir el voto de las personas de los sectores populares?
-Siempre hay los que aceptan, eso depende de en qué nivel esté el amor.
-¿Y en qué nivel está el amor ahora?
-Las encuestas muestran que hay un chavismo light que va creciendo, es como un deslave del chavismo duro. El desencanto es muy grande por la inseguridad, la inflación, la escasez, la cola, ¡pana!
-La oposición fue clara en que no tiene recursos para llevar a cabo primarias en todo el país, ¿tendrá los recursos para activar una maquinaria efectiva el día de las elecciones?
-No es que tengamos recursos para activar ya la maquinaria del día de las elecciones, pero eso se puede conquistar. Lo que es difícil es conseguir recursos para los dos procesos, porque están muy pegados.
-¿Cuánto le pesará a la oposición no haber ido a primarias?
-Sí pesa. Pero hay estados en los que se va a ir a primarias en muchas partes y en donde lo que se ha planteado es ir montando de una vez el andamiaje para las elecciones. Pero de nada sirve una excelente maquinaria si no hay gente votando. Entiendo que lo del 14 de abril fue un golpe duro. Avalancha, yo insisto, la solución aquí es una avalancha de votos. Que el descontento se convierta en avalancha.
-¿Cómo pueden perderse las elecciones?
-Si no cumplimos la cartilla. Si no votamos por los candidatos de la unidad. Si no coquistamos la mayoría, ¿es difícil conquistarla? Sí, ¿ellos van a abusar? Sí, ¿van a generar desconcierto en la gente? Sí, ¿van a haber presos?, bastante, ¿va a haber persecución?, bastante. Bueno, vale, creatividad. En momentos de crisis hay que demostrar lo que somos.
-¿Cómo se pueden ganar las elecciones?
– Conquistando, enamorando, trabajando.
-¿Por qué debe ir la gente a votar con este CNE o a pesar de este CNE?
-Por Venezuela, por nosotros, por cada uno de los electores.
-Usted ha dicho que los políticos deben hacer hincapié en qué es lo que no ha hecho el gobierno y hacerlo público, ¿dónde lo dicen?
-Hay una limitación de medios importante, lo cual los pone a trabajar el doble. Aquí lo que le queda a un candidato es asambleas, los mercados, las radios, donde haya posibilidad alguna de hablar. Por eso es importante la unidad del discurso. Hay temas que no pueden salir.
-¿Cuáles son?
-Inseguridad, desabastecimiento, inflación, desempleo, corrupción. Eso no puede salir.
-Usted no comparte “La Salida”. Lo ha dicho muchas veces, pero ¿cuál es la salida?
-Es que yo no estoy buscando la salida. Gerardo Blyde tiene una frase que me gusta mucho: “Nosotros tenemos que construir la entrada del progreso”. Lo importante es conseguir esa entrada a la inclusión.
-¿Cuál es esa entrada?
-Yo creo que en este momento la entrada es por la vía electoral. Ganar las parlamentarias es recuperar, es reinstitucionalizar la Asamblea Nacional.
De perfil
Liliana Hernández es abogada egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), pertenece a la llamada generación política de los ochenta. Fue dirigente del partido político socialdemócrata Acción Democrática (AD) entre 1984 y 2000. Inició su carrera partidista en 1984, año en el que fue elegida concejal. Entre 1989 y 1996 fue diputada del Parlamento Andino. Fue también diputada al Congreso Nacional por el estado Guárico desde 1989 hasta 1993. Se deslindó de AD en el 2000 y ese año fue electa diputada a la nueva Asamblea Nacional de Venezuela por el partido socialdemócrata Alianza Bravo Pueblo. Entre 2001 y 2007 estuvo vinculada con el partido Primero Justicia y, desde 2007 y hasta la actualidad, es dirigente del partido Un Nuevo Tiempo (UNT).
Alejandra Rodríguez
“Encuestas muestran que la gente tiene intención de votar”, dijo Hernández.
Foto: Wilfredo Yustis
El Tiempo