Beirut, 27 nov (EFE).- El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, aseguró que con la tregua entre el grupo chií libanés Hizbulá e Israel que entró en vigor este miércoles se cierra el capítulo «más peligroso» para el Líbano, que ahora entra en una «nueva fase» de «esperanza y reconstrucción».
«Nuestro pueblo fue capaz de neutralizar los efectos de la agresión israelí, cuya bola de fuego se detuvo hoy, para que podamos entrar en una nueva fase», dijo Berri, líder del partido chií Amal y que es el principal interlocutor de Hizbulá para el acuerdo anunciado ayer por Estados Unidos.
«Cerramos un capítulo histórico que fue el más peligroso para el Líbano, amenazando a su pueblo y a su historia», aseveró.
Que regresen los desplazados
Berri saludó a las regiones libanesas que «abrieron sus puertas a todos los llegados del sur del Líbano, los suburbios y la Bekaa, que representaron la cara civilizada del país».
La campaña incesante de bombardeos de Israel iniciada el pasado 23 de septiembre forzó a más de 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares, más de la mitad de las cuales han cruzado la frontera hacia Siria, de acuerdo con datos del Gobierno libanés.
Ante el peor capítulo de desplazamiento de la historia del Líbano, hizo un llamamiento a todos los desplazados que «han resistido con firmeza en todas nuestras regiones y en los países hermanos que los acogieron para que regresen».
Precisamente, el Ejército libanés advirtió este miércoles a los desplazados que se esperen a regresar a sus pueblos que están ocupados aún por Israel, ya que todavía no se han retirado de esas zonas del sur del país.
Y a los que desean regresar a zonas donde no se encuentran las tropas israelíes, que lo hagan con precaución.
Unidad nacional
En su discurso, Berri instó a todos «los bloques políticos y sectas» del país, crisol de 10 comunidades religiosas, a que se mantengan unidos.
«No es un momento para juzgar una fase, ni para bailar sobre la sangre o ignorar los costosos sacrificios (…) es un momento para preservar un Líbano unificado capaz de salir (de esa crisis) más fuerte y mostrarse como un ejemplo de convivencia», aseveró.
«Se trata de una prueba de cada libanés (…) es una prueba de todos los libaneses, de cada una de las sectas», dijo y preguntó: «¿Cómo salvamos el Líbano?, ¿cómo lo reconstruimos? y ¿cómo devolvemos la vida a sus instituciones constitucionales?».
«A la cabeza de todo esto está acelerar la elección de un presidente libanés», dijo, en referencia a los más de dos años de puesto vacante.
El alto el fuego de 60 días entre Israel e Hizbulá en el Líbano, en el que Estados Unidos y Francia ejercerán de garantes, consta de tres etapas.
En primer lugar, una tregua inicial, que será seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés al norte del río Litani; la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días; y, por último, negociaciones entre ambos países para delimitar su frontera, que actualmente corresponde a una línea trazada por la ONU tras la guerra de 2006.
Desde el estallido de las hostilidades entre Israel e Hizbulá el 8 de octubre de 2023, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza tras el ataque de Hamás a territorio israelí, más de 3.800 personas han muerto y más de 15.800 han resultado heridas por acciones israelíes en el Líbano.
La gran mayoría de muertes, unas 3.100, se han producido en poco más de dos meses tras la escalada llevada a cabo por Israel, que afectó principalmente a las comunidades del sur y del este del Líbano, además de los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.EFE