La directiva del partido de centroizquierda aprueba su sustitución por el actual líder de la formación, Matteo Renzi
La crisis de gobierno se ha abierto en Italia con la dimisión de Enrico Letta. Al primer ministro no le quedaba otra alternativa, al verse completamente solo, sin el apoyo de su partido y del resto de las fuerzas que sostenían su gobierno de coalición.
La crisis la ha abierto el secretario general del Partido Democrático, Matteo Renzi, quien esta tarde planteó en la dirección de su partido formar un nuevo gobierno de legislatura que dure hasta el 2018 con el tema central la reforma de las instituciones y el relanzamiento de la economía. Su documento en el que pedía a los miembros del partido abrir una nueva fase fue aprobado con un amplia mayoría: 136 votos a favor, 14 en contra y 2 abstenciones.
Al conocer el resultado de esta votación, Letta hizo saber que mañana presentará su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano.
Renzi destacó en su intervención que no se trata de un simple sucesión en la jefatura del gobierno: “El relevo es cuando se va en la misma dirección y a la misma intensidad, no cuando se intenta cambiar ritmo”, destacó el alcalde de Florencia, reflejando con sus palabras que de forma inmediata imprimirá un nuevo curso a la política italiana.
Explicó también Renzi que no era posible elegir la vía de convocar elecciones anticipadas, porque el país está sin una ley electoral y hoy el resultado de los comicios no hubiera dado una clara victoria a ningún partido.
Matteo Renzi tiene ya preparado incluso su gobierno y el relevo será inmediato. Después de días de enorme tensión y confusión, Italia contará la próxima semana con un nuevo gabinete ministerial.
Carrera meteórica
Matteo Renzi ( Florencia, 1975), licenciado en Derecho, es el segundo político más popular de Italia, tras el presidente de la República, Giorgio Napolitano. Es apreciado por los italianos porque ven en el algunas de las cualidades que este país necesita: coraje, novedad, cambio, juventud y esperanza. Renzi, político de origen democristiano, reconoce tener una gran ambición, lo que le ha llevado a quemar etapas con gran velocidad: a los 19 años se convierte en secretario provincial del Partido popular italiano (democristiano), a los 29 es elegido presidente de la provincia de Florencia, a los 34 alcalde de la misma ciudad, y el pasado 8 de diciembre fue elegido secretario general del partido Democrático, con el 67,55 % de consenso de militantes y simpatizantes del centro-izquierda, en total casi dos millones de votos.
Parte de su ciudad su éxito político: Renzi y Florencia se han aprovechado mutuamente; gracias a la labor de su alcalde, la ciudad ha florecido y hoy ocupa el lugar que había perdido en los últimos decenios; mientras, Renzi ha utilizado el relieve internacional de Florencia como plataforma para su lanzamiento.
El alcalde de Florencia se imagina en el papel de un nuevo Tony Blair para situar a su partido en el camino de un moderno reformismo. Por eso, en sus discursos habla el lenguaje de la esperanza y del liberalismo, explicando la necesidad de las reformas como una fuente de oportunidad y renovación para Italia.
Fuente: ABC
