De todo para ganar a perder. De todo para perder a ganar. Así fueron las recientes dos noches de Leones del Caracas contra su acérrimo rival, Navegantes del Magallanes.
La manada capitalina se recuperó el viernes del varapalo de la víspera, cuando dejó ir una ventaja de seis carreras en el octavo inning, al ser capaz de sortear un juego en el que su abridor, Yohander Méndez, apenas pudo sacar dos outs.
Lo que parecía iba a ser una larga y tortuosa velada para los melenudos en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia, terminó en celebración y desahogo, con el triunfo 8-7 que cerró en igualdad la serie particular de la ronda eliminatoria entre los Eternos Rivales.
Un total de siete relevistas de Leones se combinaron para admitir sólo tres carreras en los restantes 8.1 episodios del compromiso, cortando así una racha de tres derrotas.
Carlos Hernández, el hombre más buscado del jueves en el Monumental, apareció en el feudo carabobeño 24 horas después para anotarse un rescate de 2.0 capítulos, su primero de más de tres outs en la LVBP.
“Lo de ayer (el jueves) ya es pasado. No nos podemos quedar ahí. Vinimos a ganar y hoy aparecí”, dijo Hernández a Carlos Valmore Rodríguez para el circuito radiofónico de Leones luego del compromiso. “Sobre las restricciones no puedo hablar demasiado, porque son detalles que no controlo yo, sino la directiva. Hoy me necesitaron, y aquí estuve”.
El grandeliga de los Reales de Kansas City tuvo el único lunar de su actuación en un jonrón solitario de Manuel Boscán en el noveno, cuando ya había dos outs en la pizarra.
“Luego de estos dos innings puedo volver a lanzar cuando sea”, afirmó Hernández. “Quedará a decisión del mánager (José Alguacil)”.
EL DESEMPATE
En un careo de idas y venidas desde su inicio, fue en el octavo inning, otra vez, cuando consiguió la ventaja que nunca más perdería el ganador.
Yonathan Daza recibió con sencillo a Anthony Vizcaya y Aldrem Corredor le secundó. En esa situación, Wilfredo Tovar se aproximó al cajón de bateo con la intención de tocar la bola, pero el descontrol del lanzador derecho, quien lanzó cuatro bolas consecutivas, llenó las bases.
Gabriel Noriega, como bateador emergente por René Pinto, falló con un elevado corto hacia el jardín central, insuficiente para mover a los corredores. No obstante, en el siguiente turno, el ligamayorista Liván Soto rodó hacia la primera base, un batazo que tenía aroma de dobleplay y salvavidas para Vizcaya, pero Renato Núñez quedó registrado e incurrió en un error en fildeo que permitió el engome de Daza desde la antesala, con el 7-6.
José Rondón, la figura ofensiva de la noche, al terminar de 5-4 con dos jonrones, tres carreras empujadas, igual número de anotadas y una base robada, inició el acto con un sencillo frente a Wilking Rodríguez. Posteriormente, se estafó la intermedia, antes de anotar con un imparable de Daza hacia el jardín derecho
“Lo que pasó ayer, quedó en el ayer. No bajamos la cabeza y, precisamente, eso fue lo que hice en el juego de hoy, porque fallé en mi primer turno, pero pude conectar hit en los últimos tres”, relató Daza a Rodríguez. “Wilking es tremendo pitcher, pero yo también estoy preparado. Sé que lanza duro, así que no me desesperé en buscar su mejor envío, que es la recta. Traté de entrar el conteo y esperar un pitcheo que pudiera manejar para dirigirlo hacia la banda contraria”.
Norwith Gudiño (3-0), séptimo de ocho brazos utilizados por el piloto Alguacil (sexto relevista) se llevó la victoria, al lanzar un inning en blanco y ponchar a un par de rivales, sin admitir hits ni otorgar boletos.
Vizcaya (1-2), por su parte, sexto de seis brazos usados por el timonel Eduardo Pérez, cargó con la derrota, al tolerar dos imparables y una carrera limpia en ese octavo tramo de labor.