Según un estudio publicado el martes por el Centro de Investigación Pew, una proporción muy similar de hombres y mujeres (50 por ciento y 48 por ciento, respectivamente) juegan videojuegos. Estas cifras contradicen la percepción de que los hombres son más adeptos a los juegos virtuales.
No obstante, a la hora de clasificarse como gamers (el término utilizado para calificar a los fanáticos de los videojuegos) las mujeres se inclinan menos a adquirir este calificativo. Mientras que el 15 por ciento de los hombres encuestados dicen considerarse gamers, sólo el 6 por ciento de mujeres se consideran parte de este grupo.
La comunidad de gamers se ha considerado un mundo no sólo dominado por hombres, sino que también ha presentado graves instancias de misoginia. Una de éstas fueron las amenazas contra la feminista Anita Sarkeesian, quien ha criticado abiertamente el mundo de los videojuegos por su trato misógino. En octubre, la catedrática canceló una charla en una universidad de Utah después de que la institución recibiera una amenaza de una masacre. La comunidad de gamers se había volcado contra ella –no sólo con crear videojuegos en que los jugadores podían pegarle a la imagen de su cara, sino también con ataques a su reputación por redes sociales y foros online. Sarkeesian decidió cancelar su presentación. Y el caso de Sarkeesian no ha sido el único (recordemos el GamerGate), ni el más violento.
egún otro estudio del Centro Pew, las mujeres son especialmente vulnerables al acoso digital. Las mujeres jóvenes (de entre 18 y 24 años de edad) experimentan acoso digital severo de manera desproporcionada: 26 por ciento de las mujeres en este rango de edad han sido acechadas en Internet mientras que otro 25 por ciento ha sufrido de acoso sexual.
Pero la percepción del público hacia cómo los videojuegos retratan a las minorías étnicas y a las mujeres es un poco grisácea. La mayoría (40 por ciento) no está segura si los juegos de video retratan con una luz negativa a las minorías étnicas, y el mismo porcentaje también está indeciso de si los videojuegos proyectan una mala imagen de la mujer.
«Entre el público en general, las actitudes para con los videojuegos son complejas y muchas veces indecisas», dijo Maeve Duggan, una investigadora del centro. «El público está dividido casi a la mitad en algunos de los debates que tratan del contenido de los juegos y su impacto en los usuarios».
El estudio entrevistó a 2,000 adultos que residen en Estados Unidos y son mayores de 18 años.
CNET
