Las terceras dosis han sido clave, aunque los datos son recibidos con cierta cautela ya que ómicron está causando serios problemas de falta de personal en muchos sectores.
Pruebas El caos por la falta de test de Covid se agrava en Reino Unido
Las hospitalizaciones por Covid en Londres han empezado a caer desde primeros de año, pese a que el número de casos diarios en el Reino Unido superó por primera vez la barrera de los 200.000 entre el lunes y el martes. Pese al récord de infecciones diarias en el país, los datos de la capital británica fueron recibidos con «cauto optimismo» e interpretados como una señal de que la nueva ola puede estar tocando techo.
«Quienes piensen que la amenaza de la variante ómicron ha desaparecido están profundamente equivocados», advirtió el premier, Boris Johnson, que aseguró sin embargo que su Gobierno no impondrá de momento nuevas restricciones.
Johnson declaró que «los cambios de conducta individuales» y el éxito de la campaña para la dosis de refuerzo (que ha llegado ya a 34 millones, más del 55% de la población) han permitido seguir adelante con el así llamado ‘Plan B’ sin necesidad de imponer medidas más drásticas o un nuevo confinamiento.
El premier está recibiendo presiones del ala dura de su partido para seguir el ejemplo de países como Francia y reducir la cuarentena del Covid a cinco días para evitar la situación de ‘semiconfinamiento’ que vive el país. La falta de personal por la propagación de ómicron está creando graves problemas en sectores como la alimentación, los servicios e incluso en los hospitales, con el 10% de los médicos y enfermeras de baja por enfermedad.
Los datos sobre la caída de hospitalizaciones diarias en Londres, donde los casos de ómicron se dispararon antes que en el resto del país, ofrecieron cierta esperanza en el arranque del año. El lunes se produjeron 314 ingresos, frente a los 511 el 29 de diciembre. La tendencia a la baja se acentuó incluso durante el fin de semana.
«Soy cautelosamente optimista sobre la evolución de las infecciones en el grupo entre 18 y 50 años que hasta ahora han estado a la cabeza en la capital», declaró el epidemiólogo del Imperial College Neil Ferguson. «Posiblemente hemos tocado techo, aunque aún es muy pronto para saber si las infecciones empezarán a bajar».
A nivel nacional, las hospitalizaciones diarias han seguido yendo en aumento por encima de las 1.400, al igual que el número de infecciones (218.724), aunque el número de muertes descendió el lunes a 48.
El asesor médico Chris Witty alabó el comportamiento de los británicos, «reduciendo los contactos sociales y protegiéndose con la vacuna de refuerzo», como la clave para evitar nuevas restricciones. Witty recalcó que, aunque ómicron es aparentemente una variante más débil pero más contagiosa que delta, la tercera dosis ha sido clave para reducir el número de hospitalizaciones y prevenir los ingresos en la UCI de los hospitales.
«No podemos vacunar a toda la población cada seis meses», advirtió sin embargo el profesor Andrew Pollard, al frente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI). Pollard salió al paso de los defensores de una cuarta dosis alegando que de ahora en adelante no se debería vacunar indiscriminadamente a la población ante nuevas variantes, sino únicamente a los más vulnerables.