Las embarazadas con VIH también sufren la escasez

Las embarazadas con VIH también sufren la escasez

Cuando se administran regularmente antirretrovirales a pacientes con VIH, se salva una vida. Cuando es una embarazada quien recibe estos fármacos, las vidas que se salvan son dos pues el bebé puede nacer sin el virus si la madre comienza el tratamiento antirretroviral durante el primer trimestre de embarazo.

 

El antirretroviral más efectivo utilizado en embarazadas es Zidovudina en ampollas. Pero, al igual que otros antirretrovirales y tal como han denunciado activistas de los derechos de personas con VIH, también escasea.

 

Como «solución», el Ministerio de Salud ofrecía a las embarazadas el fármaco en versión tabletas como sustitutas de las ampollas. Sin embargo, los médicos critican esta práctica por considerar que no son tan efectivas como las ampollas, que generan más efectos secundarios y que el desabastecimiento de un medicamento, al menos en el caso del VIH, no es razón para recetar otro.

 

Ana Carvajal, infectóloga del Hospital Universitario de Caracas, asegura que el suministro de la zidovudina a gestantes es «un retroceso».

 

«En tableta, los efectos adversos son más frecuentes. Las mujeres padecen más náuseas y vómitos. Además, la dosificación es cada tres horas, mientras que la indicación estándar de las ampollas es cada 12 horas. Por otro lado, se desconoce si las concentraciones que se alcanzan con la presentación de Zidovudina en tabletas son las adecuadas», expresa Carvajal.

 

Sustituir un antirretroviral por otra presentación es algo delicado. «En ninguna recomendación del Programa Nacional de SIDA está establecida la falla como una causa de uso alternativo de un antirretroviral», apunta Carvajal.

 

El antirretroviral que se receta como primera opción a las embarazadas es el que demuestra, en los estudios clínicos, mayor efectividad, mayor seguridad y, además, porque es el medicamento con el que se tiene mayor experiencia con mujeres gestantes.

 

El antirretroviral de primera opción sólo se sustituye si provoca efectos adversos como alergia y anemia, se presenta intolerancia al medicamento y se detecta resistencia del virus al antirretroviral o interacción medicamentosa, que suele ocurrir en pacientes con tuberculosis.

 

GIULIANA CHIAPPE |  EL UNIVERSAL

 

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