La calefacción es indispensable: sea de la forma que sea –de la estufa a leña al aire acondicionado–, es la que nos permite mantener la temperatura corporal adecuada cuando el frío invierno ataca. Sin duda alguna, es algo positivo estar calentitas en nuestro hogar, pero ¿sabías que el uso de calefacción tiene consecuencias para la salud?
El calentamiento y el aumento de peso
Unos investigadores de la Universidad College de Londres ha evaluado cómo la temperatura interior demasiado baja impide que el cuerpo produzca «grasa marrón», un tejido adiposo que contribuye al consumo de calorías.
En resumen, si una persona no se ve sometida ocasionalmente a situaciones de incomodidad térmica, su cuerpo puede sufrir las consecuencias. Por eso, puede ser bueno hacer el esfuerzo de ir a jugar en la nieve, para compensar una calefacción demasiado alta.
La quema de madera, muy perjudicial
La quema de madera en el interior de la casa es sabido que pone en riesgo la salud. A lo largo de su vida, los árboles absorben una buena cantidad de dióxido de carbono. Cuando se quema, este gas almacenado no tarda en ser liberado. Lo mismo ocurre con las partículas pesadas que están contenidas en el humo de la madera.
Entre los efectos secundarios de la leña para la salud están los dolores de cabeza, la irritación respiratoria, náuseas, tos… y peor aún si se excede en el uso de este tipo de calefacción o si el sistema no está instalado correctamente.
Calefacción de leña, mala para la salud
La calefacción de leña es mala para el sistema respiratorio. Las células que recubren los pulmones y la tráquea se alteran en las personas expuestas crónicamente al humo de leña. Por otra parte, la probabilidad de padecer alergia al polen, rinitis alérgica y asma también aumenta entre los adolescentes donde la casa se calienta a base de leña.
La climatización reversible, una aberración para la salud
El aire acondicionado reversible se basa en un principio que puede convertir el aparato de aire frío en aparato de calor cuando la temperatura lo requiere. En realidad, sus efectos nocivos son más importantes de lo que se cree.
En primer lugar, este tipo de aire acondicionado seca el aire del hogar y mueve el polvo, lo que provoca una mayor inhalación y por lo tanto un mayor riesgo de contaminación. Igualmente, el tipo de corriente de aire que provoca no es, en ningún caso, buena para la salud.
Fuente: imujer