El alcalde de Lampedusa, Filipo Mannino, criticó este domingo la gestión del fenómeno migratorio del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni y exigió nuevas vías para afrontarlo, en plena oleada que ha desbordado su precario sistema acogida.
«Es evidente que el fenómeno migratorio ha explotado en las manos del Gobierno. La declaración de emergencia no ha dado algún resultado concreto para Lampedusa», reprochó ante los medios.
El regidor de la isla, el enclave italiano más sureño, próximo a las costas de Libia y Túnez, recibió hoy al ministro de Empresas y del «Made in Italy», Adolfo Urso, que tras supervisar la situación reclamó la colaboración de los socios de la Unión Europea.
Mannino lamentó que el Gobierno no haya ayudado a esta pequeña isla en el tema de la inmigración, como la gestión de los residuos, el aprovisionamiento y colocación de los féretros para las víctimas de las travesías en el Mediterráneo.
Pero, sobre todo, recriminó que no se acelere el traslado de los inmigrantes que llegan al único centro de acogida primaria de la isla, que este domingo acoge a más de 4.000 inmigrantes pese a contar con una capacidad de solo 400 plazas.
Como cada verano, Lampedusa, «puerta de Europa» para los inmigrantes que zarpan desde las costas norteafricanas, vive un incesante flujo de desembarcos que ha saturado su sistema de acogida, a pesar de que cada día cientos de inmigrantes son trasladados en barcos a Sicilia y otros puntos del sur italiano.
En lo que va de año han desembarcado en Italia 107.530 inmigrantes, más del doble que en el mismo periodo del año pasado (52.954), según cifras oficiales del Ministerio del Interior.
Ante esta oleada Giorgia Meloni, que hizo campaña y llegó al poder el pasado octubre sobre todo denunciando la gestión migratoria de sus antecesores, ha recurrido a menudo a la ayuda de los barcos humanitarios.
Sin embargo, hace dos días se decretó el bloqueo de tres naves de salvamento por diversos motivos: por llevar a cabo más de un rescate, en dos de los casos, y por atracar en otro puerto distinto al asignado.
Una de ellas, la Open Arms, de la ONG española homónima, quedará bloqueada por 20 días por efectuar varias operaciones de salvamento cuando navegaba hacia el puerto asignado, de Marina de Carrara (noroeste), donde desembarcó a 195 personas socorridas en el mar.