Lady Gaga admitió poco antes de presentar ante sus seguidores la original carátula de su nuevo álbum, «Artpop», que estaba demasiado nerviosa para dar el paso y, además, también confesó a los internautas que se encontraba tumbada en el suelo, en posición fetal, y sosteniendo su cabeza con las manos para aguantar los «gritos» que sonaban en su cabeza.
Sin embargo, la cantante no dudó en tomar la decisión que llevaba esperando desde hacía meses y, en cuestión de minutos, colgó una foto en su perfil de Twitter que revelaba el diseño de su anticipado tercer disco de estudio, del que ya se conoce la canción «Applause».
«Me encuentro en posición fetal. Muy nerviosa pero entusiasmada ante la tarea de compartir la portada de mi disco con todos ustedes. No sé si me atreveré a hacerlo. ¿Alguien puede oír los gritos que están sonando en mi cabeza? ¡Me va a estallar!», escribió la intérprete antes de revelar lo que muchos de sus fans esperaban con impaciencia.
«Aquí la tienen, la portada completa de ‘Artpop'», publicó junto a la imagen creada por el escultor estadounidense Jeff Koons y que representará la nueva colección de temas de la neoyorquina.
El diseño de la portada no ha dejado a nadie indiferente en la esfera del pop, y no solo por aquellos retazos de la ‘Venus’ de Botticelli que aparecen ocultos entre varios trozos de imagen que se superponen los unos a los otros a modo de collage.
La apariencia plástica de Gaga, su completa desnudez y, desde luego, la postura con la que la cantante deleita a su público son solo algunos de los innumerables detalles con los que la diva del pop y el transgresor Jeff Koons lograrán suscitar un acalorado debate entre los límites de la expresión artística y la sexualidad pública.
«Esta fotografía representa una parte muy importante de mi corazón y de mi ser, algo que atesoro y que trato de conservar como el más preciado de los regalos. Gracias a Jeff Koons por su inagotable talento y, por favor [refiriéndose a sus fans], vamos a darle la bienvenida a la familia con una lluvia de amor», escribió en su espacio personal a modo de descripción emocional de la carátula.
Fuentes:El Espectador