Laboratorios altomirandinos sufren fallas en surtido de insumos y reactivos

Laboratorios altomirandinos sufren fallas en surtido de insumos y reactivos

Un mes. Ese es el tiempo que estiman seguir abriendo las puertas del Laboratorio Lyocar de la capital mirandina si continúan sin recibir insumos.

 

Caring Bello, encargada del local, señala que desde octubre vienen presentando problemas con los proveedores, a quienes no les están liquidando las divisas y ahora deben enfrentar más trabas para importar.

 

«Pido 10 cajas de tubos de ensayo para hematología, los cuales son indispensables para el diagnóstico de cualquier enfermedad y me llega una. No hay implementos tan básicos como inyectadoras y scalp -agujas más pequeñas para los niños-. Hemos logrado mantenernos abiertos porque fuimos previsivos y el año pasado siempre comprábamos un poco más de lo que requeríamos, pero ya se está agotando lo existente en el almacén», explicó.

 

«Los otros problemas que afronta el sector es que los insumos quedan retenidos hasta tres meses en la aduana y quienes te los consiguen te lo ofrecen a precios exhorbitantes porque alegan que los adquieren con el dólar paralelo y muchas veces ante la desesperación, uno accede y algo que a la divisa oficial te sale en mil bolívares lo terminas cancelando en Bs 7 mil.

 

Estas situaciones repercuten directamente entre los pacientes. «No hay reactivos para hacer la prueba de HIV. La TCH (tiroides) hasta hace unos meses costaba 50 bolívares y ahora no puede ser ofrecida por menos de 200 bolívares», agregó Bello.

 

La situación no solo se vive en este laboratorio, que es una referencia en la capital mirandina desde que comenzó a funcionar en el año 2009. «Cuando no tenemos el material enviamos a la persona a un laboratorio de referencia y en los últimos días hemos visto como cada vez se van reduciendo las opciones y quienes requieren el servicio deben hacer un vía crucis para ver quién les recibe la muestra».

 

Bello relató que han tenido días tan críticos que deben negarse a recibir muestras, «porque de nada vale tenerlas retenidas si no podemos procesarlas», lo cual también se complica porque trabajan con máquinas que funcionan con marcas específicas de reactivos «y ahora no se consigue marcas, ni caro, ni barato. Es la primera vez que pasamos por una situación tan crítica».

 

 

EL UNIVERSAL

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