Henry Chirinos Nataly Angulo V./ Maracaibo / noticias@laverdad.com
Habitantes del sector admiten que se dedican a la reventa de rubros. «No me da pena decir que sí, que revendo productos de primera necesidad, porque eso es un trabajo»
El general Manuel Graterol, comandante de la Zona 11 de Zulia, negó a La Verdad que hubo decomiso de alimentos
A las 5.00 de la mañana funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía regional despertaron a los habitantres del sector Cabeza e’ Toro. Hicieron tiros, empujaron y apuntaron con las armas a los vecinos. El propósito del operativo era destruir los tarantines ubicados en la vía, que eran usados para la reventa de productos de primera necesidad y pimpinas de gasolina. Los habitantes denunciaron exceso de los cuerpos de seguridad.
«Llegaron sin avisar, haciendo tiros, apuntando a la gente, rompiendo todo, empujando a las mujeres. Llegaron a las 5.00 de la mañana. A los pescadores se le llevaron 15 chalanas los guardias», denunció Ramón Paz, habitante del sector.
La comunidad se molestó por la destrucción de los puntos de venta, que según la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación de Zulia fueron 20.
«A mi no me dan trabajo en niguna parte, ni a mi viejo tampoco. Quién me va a ayudar ahora. El Gobierno no me ayuda. Me tumban mis cosas de trabajo. Con eso mantengo a mi familia. Cómo me van a destruir mi trabajo y llegan sin avisar», gritó Luz Marina Villalobos, que no paraba de llorar tras el operativo.
La Secretaría de Infraestructura estuvo a cargo del operativo de remoción de los puntos de venta. Jairo Ramírez, jefe de esa oficina, informó que junto a un equipo del Instituto Regional del Ambiente (Iara), desde horas de la madrugada de ayer se inició la remoción de los tarantines instalados en la Troncal del Caribe y que son producto de la migración de algunas ventas debido al cierre de la frontera, según reseñó una nota de prensa.
“Esta acción obedece al combate contra la especulación, el contrabando y en aras de establecer un orden vial, con convivencia ciudadana; en primer término estas personas se habían ubicado en las orillas de la Troncal a riesgo de sus vidas y en segundo lugar obstaculizando tanto el paso peatonal como los cauces de las cañadas y drenajes naturales que generan desbordamiento e inundaciones producto de las lluvias”.
En la operación actuaron aproximadamente 90 funcionarios, más de 50 de la Guardia Nacional Bolivariana y del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia, según precisó el boletín de prensa. Los efectivos portaban equipos antimotines.
El general Manuel Graterol, comandante de la Zona 11 de Zulia, negó a La Verdad que hubo decomiso de alimentos. Dijo que la GNB solo prestó apoyo de resguardo en el operativo de la Secretaría de Infraestructura.
Sin temor
Sol Rodríguez, habitante del sector, admitió que revende productos regulados en la zona. «No me da pena decir que sí, que revendo productos de primera necesidad, porque eso es un trabajo. Pena es que me vean atracando buses o que me vean vendiendo droga. Los primeros corruptos son los guardias nacionales», declaró a los medios.
Merwin Villalobos también lo confesó. Considera que no está robando por vender rubros con más de 200 por ciento de sobreprecio. «Yo no estoy robando a nadie. Me preguntan ‘cómo tenéis el papel’ y yo les digo ‘400 bolos’, ya verán si lo compran o no. Yo no los obligo a comprar», se justificó.
Aprovechó el momento para denunciar que el miércoles guardias nacionales intentaron quitarle los rubros que revende.
«Ayer, cuando vendía mercancía llegó un jeep de la Guardia y me querían quitar la mercancía. Como esto me cuesta a mi plata, yo agarré la mercancía y ellos me apuntaron y me dijeron: ‘Suelta la mercancía o te pego un tiro’. Y yo le dije: ‘bueno, si la cargaste pegame un tiro, porque yo no voy a cargar una pistola por gusto’. Cada vez que vienen es a pedir mil bolos, dos mil bolos, o te dicen aquí tengo un producto pa’ vendertelo».
Jairo Ramírez hizo un llamado a la comunidad a no usar estos espacios para estos fines, pues serán desalojados nuevamente.
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