La vacunación contra la covid-19 se ha ralentizado en África debido a la falta de suministros de dosis desde la India, una «situación «crítica» que provocará «retrasos significativos» en la inoculación del continente, advirtieron hoy la Unión Africana (UA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La grave crisis que vive la India, que este jueves bajó de las 4.000 muertes diarias por coronavirus tras cuatro días consecutivos por encima de ese umbral, ha obligado al gigante asiático a usar todas las vacunas disponibles y echar el freno a la exportación.
El grueso de fármacos que ha recibido África provienen de COVAX, el mecanismo impulsado por la OMS para garantizar el acceso global y equitativo a la vacuna, y son dosis de la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca producidas en el Instituto Serum de la India.
Ese laboratorio anunció este martes que espera reanudar el abastecimiento a «COVAX y otros países a finales de este año».
La escasez coloca en un aprieto a países africanos como Kenia, que en mayo debía haber empezado a administrar la segunda dosis de la solución de AstraZeneza a casi un millón de personas que se pusieron la primera, pero no puede cumplir con el plan por falta de vacunas.
«Es una situación desafortunada que se produce por la tragedia que está ocurriendo en la India», admitió hoy el director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de África (África CDC), un organismo de la UA, John Nkengasong, en una rueda de prensa virtual.
«En el caso de que haya absoluta claridad de que las personas no recibirán la segunda dosis» de AstraZeneca, Nkengasong instó a los países africanos a buscar «alternativas» de vacunas distintas con las que completar la vacunación de esos ciudadanos, pero esa vía requiere una financiación de la que carecen muchas de esas naciones.
El continente esperaba 66 millones de dosis de COVAX entre febrero y mayo, pero sólo ha adquirido 18,2 millones de dosis, precisó hoy la OMS, al adelantar que ese mecanismo «explora opciones para mitigar el impacto de esta falta de suministro» y sostiene negociaciones con otros fabricantes para «diversificar» existencias.
UNA SITUACIÓN CRÍTICA
Aunque la región es una de las menos azotadas por la pandemia, según los datos oficiales (que, según expertos, no reflejan la realidad porque se hacen pocos test), también sigue a la zaga en inoculación, lo que ha desatado el temor a que surjan nuevas variantes en África que puedan expandirse al resto del mundo.
Hasta este lunes, los países del continente, de unos 1.300 millones de habitantes, sólo habían obtenido algo más de 39 millones de vacunas, de las que se inyectaron 24 millones, más de la mitad en Marruecos, Nigeria, Etiopía, Egipto y Kenia, según África CDC.
«Mientras en África una media de menos de dos de cada cien personas ha recibido una dosis de la vacuna de la covid-19, en algunos países de altos ingresos se ha llegado a más de ocho de cada diez personas», subrayó hoy la directora de la OMS para el continente, Matshidiso Moeti, que tachó de «injusta» esa disparidad.
«El tiempo se acaba» para solventar una «situación crítica» que requiere «solidaridad internacional», alertó Moeti en otra rueda de prensa telemática, en la que celebró «el compromiso de EEUU esta semana de compartir 80 millones de dosis con otros países».
En una iniciativa similar, Francia anunció recientemente la donación de vacunas a países africanos a través de COVAX, convirtiéndose en el primer país europeo en realizar aportaciones a ese sistema.
«Esperamos que eso (las donaciones) se pueda hacer con rapidez para evitar un vacío entre ahora y agosto», manifestó Nkengasong.
En agosto, la UA prevé empezar a distribuir vacunas en virtud del acuerdo firmado este marzo con Janssen, filial de la farmacéutica Johnson & Johnson, para adquirir 220 millones de vacunas monodosis (con la opción de añadir 180 millones de dosis más en 2022).
EFE
