Contaba con 25 años y usaba ese mismo número en su espalda con el uniforme de los Indios de Cleveland. Custodiaba el jardín central y aparecía como primer bate en la alineación de la tribu. Fue así como debutó un 9 de abril, hace 51 años, en el béisbol de las Grandes Ligas, el expelotero venezolano Víctor Davalillo.
Ese martes 9 de abril de 1963, Davalillo, nacido en Churuguara (Falcón) el 31 de julio de 1936, falló en cuatro turnos al bate, en la victoria de su equipo sobre los Mellizos de Minnesota, 5 carreras por 4, en cotejo celebrado en el demolido Estadio Metropolitano, ubicado en la ciudad de Bloomington, Minnesota.
En ese encuentro el nativo no conectó hits al ser dominado por el lanzador de Minnesota, el cubano Camilo Pascual, lanzador que obtuvo 174 victorias durante 18 años en las mayores.
Esa misma temporada «vitico», pelotero criado en Cabimas estado Zulia, fue candidato al premio Novato del Año.
Con su debut, Davalillo se convirtió en el octavo criollo en jugar en el béisbol estadounidense. Originalmente fue firmado como agente libre por los Rojos de Cincinnati el 16 de abril de 1958, y luego vendido a Cleveland en octubre de 1961.
Antes, Alejandro «Patón» Carrasquel (Washington, 1939), Jesús «Chucho» Ramos (Cincinnati, 1944), Alfonso «Chico» Carrasquel (Medias Blancas de Chicago, 1950), su hermano mayor, Pompeyo Davalillo (Washington, 1953), Ramón Monzant (Gigantes de Nueva York 1954), Luis Aparicio (Medias Blancas de Chicago, 1956) y Elio Chacón (Cincinnati, 1960), lo antecedieron en los diamantes estadounidenses.
En 16 temporadas en las mayores jugó con Cleveland (1963-1968), Angelinos de California (1968-1969), Cardenales de San Luis (1969-1970), Piratas de Pittsburgh (1971-1973), Atleticos de Oakland (1973-1974) y Dodgers de Los Angeles (1977-1980).
«Vitico», gran bateador zurdo, también destacó por su defensa en los jardines, que se vio premiada con un Guante de Oro con Cleveland en 1964. Una temporada, más tarde, en 1965, tuvo su mejor temporada al conectar 152 hits, 5 jonrones, 40 empujadas, 26 bases robadas, 67 anotadas para dejar un promedio de .301 en 142 juegos. Esa campaña ocupó la posición 21 en la carrera por el Jugador Más Valioso de la temporada.
En 1.458 juegos en su carrera en las mayores, disparó 1.122 imparables para un promedio vitalicio de .279 puntos. Su porcentaje de bateo más alto en una temporada fue el .318 conseguido en 1972 cuando defendía la camiseta de los Piratas.
Con Pittsburgh, Oakland y Los Angeles jugó seis postemporadas y disputó cuatro veces la Serie Mundial.
En 1971 se coronó en la Serie Mundial con los Piratas de Pittsburgh al ganar el campeonato ante los Orioles de Baltimore donde fue compañero del legendario boricua Roberto Clemente, designado Jugador Más Valioso de esa serie.
En 1973 se tituló con los Atléticos de Oakland que vencieron a los Mets de Nueva York. Un año después dejó las mayores y continuó su carrera en México, para volver en 1977 a las Grandes Ligas tras firmar con los Dodgers de Los Angeles.
Con el club californiano ganó el campeonato en 1977 ante los Yankees de Nueva York. Un año después no pudo repetir la hazaña, pues su equipo cedió a la escuadra neoyorquina que tomó revancha.
Como lanzador actuó con los Cardenales de San Luis en 1969. Lanzó en dos juegos, no pudo sacar un out, recibió dos hits, permitió una carrera y regaló dos boletos.
Su último juego lo disputó a los 44 años el 6 de octubre de 1980 con la camiseta de los Dodgers ante los Astros de Houston. Falló como bateador emergente. Houston ganó ese día 7-1.
Hombre récord en Venezuela
Víctor es considerado, por sus logros y durabilidad, el mejor bateador que se ha visto en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, por su habilidad para conectar la bola.
Fue una verdadera estrella en Venezuela, principalmente brilló con los Leones del Caracas, equipo que defendió por 19 de las 30 temporadas que jugó en la pelota venezolana. Esa cifra de campañas jugadas es una marca en el circuito criollo.
Debutó en Venezuela en la temporada 1957-58 a los 21 años y dejó diversos récords que aún se mantienen vigentes en el campeonato criollo.
«Vitico», en sus años con los capitalinos, ganó cuatro coronas de bateo, cifra récord que años más tarde igualaría el petareño Luis Sojo, de los Cardenales de Lara.
Además bateó por encima de los .400 puntos de promedio en dos temporadas consecutivas, la 61-62 y la 62-63. En la primera Davalillo obtuvo .406 promedio producto de 56 imparables en 138 turnos; en la siguiente zafra se tituló campeón bate con un promedio de .400, de 160-50.
Los otros títulos de bateo los alcanzó en las temporadas 63-64 (.351, de 205-72); 67-68 (.395, 228-90) y 70-71 (.379, de 214-81).
Durante sus 30 campañas como activo, dejó promedio ofensivo de .325, tras de ligar 1.505 hits en 4.633 veces al bate, además de 668 anotadas, 191 dobles, así como 50 triples y 34 jonrones.
Los 1.505 imparables es un récord aún vigente en la liga venezolana, y se ha convertido en una cifra casi imbatible por las nuevas generaciones de peloteros, pues la mayoría no juega completo los torneos.
Con la novena caraquista intervino en en ocho finales. Destacó en la 63-64 (.412, de 17-7) y 72-73 (.455, de 22-10).
Jugó una temporada con los Azucareros de Portuguesa (híbrido entre Leones y Tiburones de La Guaira) y 10 con los Tigres de Aragua.
Volvió a los melenudos en la campaña 86-87, para conectar su hit número 1.500 de por vida el 5 de diciembre de 1986, frente a Félix León de los Navegantes del Magallanes.
Su capacidad como bateador lo demostró siempre, pese a que entraba en su fase final como pelotero. A los 43 años, jugando con Aragua, sonó 100 hits, mejor cifra en su carrera de tres décadas.
Se retiró con la camiseta de los Leones del Caracas a la edad de 50 años.
Es considerado hijo ilustre de Cabimas (Zulia), donde el estadio municipal lleva su nombre. Dicho recinto fue sede del equipo Petroleros de Cabimas entre las temporadas 1991-1995 y de las Águilas del Zulia en 1998-1999.
El próximo 31 de julio, «Vitico», el mejor chocador en la historia del béisbol venezolano, cumplirá 78 años de edad.
AVN