SALUD MENTAL
La soledad puede ser más dañina para la salud que la obesidad, advierte un estudio
Estar aislado no es lo mismo que sentirse solo, pero según los investigadores ambos factores tienen un impacto similar sobre la mortalidad prematura.
La frase “me siento tan solo que podría morir” podría tener un significado más literal del que pensamos. Tras analizar más de 200 estudios científicos sobre el tema, investigadores encontraron que la soledad y el aislamiento aumentan el riesgo de muerte en 50%, mientras que la obesidad incrementa la probabilidad en 30%.
El análisis, presentado en una ponencia durante la Convención de la Sociedad Estadounidense de Psicología, advierte que estos males representan una grave amenaza para la salud pública.
“Relacionarse con otras personas socialmente se considera una necesidad humana básica, crucial para el bienestar y la supervivencia”, explicó Julianne Holt Lunstad, autora del estudio y profesora de la Brigham Young University en un comunicado. Advirtió que no es casual que bebés que carecen de contacto humano fallezcan o que el aislamiento sea usado como forma de castigo.
Para ilustrar su punto, Holt Lunstad presentó la data de dos meta-análisis. El primero se basó en 148 estudios que involucraron a más de 300,000 participantes y concluyó que una mayor socialización disminuye el riesgo de muerte temprana en 50%.
¿La soledad puede ser considerada como riesgo de salud pública?
El segundo análisis se hizo a partir de 70 otras investigaciones que agrupan a más de tres millones de personas en Norteamérica, Europa, Asia y Australia para determinar si el aislamiento, la soledad o el vivir sin compañía tienen igual incidencia sobre la mortalidad.
Estar aislado no es lo mismo que sentirse solo pues implica la carencia de cualquier relación social, mientras que la soledad es más una sensación que puede ocurrir incluso cuando estamos rodeados de gente. Pero según los investigadores ambos factores tienen un impacto similar sobre la mortalidad prematura, al igual que el vivir por cuenta propia.
“Con el incremento de las personas de tercera edad, el efecto sobre la salud pública va a empeorar. Muchos países en el mundo ya enfrentan una ‘epidemia de soledad’”, advirtió Holt Lunstad.
El censo más reciente realizado en 2016 reveló que un cuarto de los habitantes de Estados Unidos viven solos y que más de la mitad están solteros. La tasa de matrimonios y de hijos han ido disminuyendo. “Estas tendencias sugieren que los estadounidenses tenemos menos conexiones sociales”, puntualizó Holt Lunstad.
En su criterio, hay que atender este problema de salud pública destinando recursos y fomentando iniciativas como fortalecer las habilidades sociales de los niños en las escuelas e incluyendo este factor social en las revisiones médicas.
Univision
Por Confirmado: Maria L. Espinoza