180 jóvenes, provenientes de varios estados venezolanos, se unieron a la residencia artística de El Sistema en Milán. Sus nombres se unieron a esta hazaña cultural que continuará hasta el 4 de septiembre
Dirigida por el maestro Dietrich Paredes, la Sinfónica Juvenil de Caracas debutó este jueves, 27 de agosto, en el Teatro alla Scala de Milán. El arduo trabajo diario de esta orquesta, su ímpetu y constancia se tradujo en una energía que se propagó por la sala y contagió al público, que no dejaba de aplaudir ni cuando los músicos abandonaban el escenario.
180 músicos, provenientes de varios estados de Venezuela, interpretaron La fuerza del destino, de Verdi;Francesca da Rimini, de Tchaikovsky, y la Sinfonía N° 3, de Camille Saint-Saëns, obras con las que además de demostrar su trabajo colectivo, dejaron constancia del virtuosismo de aquellos que interpretan las partes solistas.
El público no sólo aplaudió, sino que hizo un coro de aplausos al unísono para que la orquesta volviera a abrir las partituras y tocara tres bises: la Obertura Festiva, de Shostakovich; el Danzón N° 2, del compositor mexicano Arturo Márquez, y Aires de Venezuela, un popurrí de temas venezolanos con arreglo de José Terencio, que culmina con el Alma Llanera. Nadie de la orquesta, ni el propio director, conocía que en plena interpretación los miembros de la Coral Nacional Juvenil Simón Bolívar, sentados entre el público, cantarían esta suerte de himno para los venezolanos. Muchos músicos tocaban al tiempo que lloraban de la emoción. No podían evitarlo. Paredes también comenzó a dirigir mirando hacia los palcos de donde salían las voces. El público miraba sorprendido ya no sólo hacia el escenario, sino hacia toda la sala, en la que Gustavo Dudamel también cantaba, orgulloso del triunfo de la orquesta con la que comenzó a trabajar como director.
El paso de esta orquesta por la residencia artística de #ElSistemaenMilán (etiqueta con la que pueden seguir todos los eventos en Instagram y Twitter), no sólo se traduce en este concierto. Hoy, viernes 28 de agosto, la Sinfónica Juvenil de Caracas compartió escenario junto a la Orquesta Sinfónica Juvenil de El Sistema Europa, selección en la que participan 50 jóvenes de 12 países, en los que se ha creado un programa musical inspirado en el modelo del maestro José Antonio Abreu. El Sistema Europa está trabajando porque estos países adapten el modelo a sus propias realidades y necesidades. El resultado de esta labor en conjunto se escuchó hoy en Milán. Hace unos días, profesores venezolanos compartieron con estos jóvenes y dieron una de las lecciones más importantes: lo que importa es sentir la música, es jugar mientras se aprende, es mirar al otro y disfrutar aprendiendo de él y enseñándolo. Conciertos como estos recuerdan que es más fácil lograr un objetivo si se toca juntos, lado a lado, sin importar el idioma o el lugar de nacionalidad.
Mañana, 29 de agosto, los integrantes de la Sinfónica Juvenil de Caracas tocarán en el Teatro Continuo di Burri, un espacio cultural de la ExpoMilán 2015, en dónde, a cielo abierto, la los músicos venezolanos ofrecerán nuevamente un testimonio de éxito y desarrollo a través de la música.
La residencia artística de El Sistema en Milán ha cambiado totalmente el panorama de este verano italiano. En principio, La Scala abrió sus puertas durante este mes, algo que no ha ocurrido sino muy pocas veces en su historia. Por ejemplo, en la función pasada de La bohéme hubo gente que no pudo entrar porque los boletos estaban agotados (esto en agosto es una hazaña). Los venezolanos han dado de qué hablar y cada vez hay más curiosos que vienen a ver y escuchar qué es eso de lo que se habla en las calles, en los periódicos, en la televisión. Ellos vienen a ver esa coral juvenil que cantó tan bien en un concierto y una misa el domingo pasado; y que han sido invitados a cantar la misa de las 9:00 am del famoso Duomo di Milano este próximo domingo, un privilegio ganado a punta de talento.
El trabajo de los mil niños y jóvenes venezolanos que participan en esta residencia representa el compromiso que tienen más de 700.000 niños y jóvenes de todo el país, distribuidos en 423 núcleos y 1340 módulos en los que opera el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo ente rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio de Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.