Deseo, placer, fantasías… la sexualidad del hombre está sometida a numerosos parámetros que las mujeres quisieran conocer. Olvídate de sexólogos y otros especialistas y pregúntale a él directamente. ¡Ellos se han confiado a nosotros y en Doctissimo queremos librarte sus secretos!
Por mucho que sexólogos y expertos nos expliquen cómo funcina el deseo y el orgasmo masculino, seguimos sin poder dar respuesta a muchas preguntas… Para las mujeres, el hombre encierra todavía hoy numerosos misterios. ¿Por qué no preguntarles a ellos qué es lo que les gusta realmente? Los chicos se han confiado y nos han revelado sus confesiones más íntimas recogidos en la obra 100 Questions de femmes sur l’orgasme masculin (100 preguntas de mujeres sobre el orgasmo masculino). Aquí hemos seleccionado unas cuantas para que puedas profundizar tus conocimientos.
Besar sin pelos en la lengua
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: Admitiendo que el primer contacto sexual entre dos personas sea el primer beso, ¿es tan determinante en vuestra escala de excitación como en la nuestra?
A lo que los caballeros responden: Seamos claros, el primer morreo es determinante. Puede provocar una erección, o todo lo contrario. El primer beso dice todo de tu personalidad, de tu sensualidad… En general, se suele decir que cada persona hace el amor de la misma manera que besa. Cuanto más dulces seais las mujeres, más pensamientos románticos asociaremos nosotros. Cuanto más tórrido sea vuestro beso, ¡más se encenderán nuestros sentidos!
¿Lo que ellos no podrían soportar de una mujer?: Que bese chocando sus dientes con los nuestros.
¿Y el mensaje más ardiente que pueda enviaros con su boca? Recorrer sus propios labios con la punta de la lengua o mordisquearlos como si estuviese pensando.
Los comportamientos sexuales «indeseables»
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: En el plano sexual, ¿qué podría considerarse un «matapasiones»?
A lo que los caballeros responden: Esas chicas que desde la primera noche hacen de todo, por todos lados y todo el tiempo. Un poco de misterio y de reservas, por favor. O aquellas que, al contrario, se quedan totalmente inmóviles y que no reaccionan, sino que esperan a que alguien les traiga el orgasmo en bandeja. Moveos, tocad, besad, ¡demostrad que estáis ahí por algo!
¿Y en cuanto a los detalles más obscenos?: Algunas mujeres creen que los hombres, en general, están siempre dispuestos a una pequeña sodomía «digital»… Si no os lo pedimos claramente, ¡igual es porque no es verdad! ¡Lo mismo ocure con la felación! ¡No os tiréis sobre nosotros como bestias hambrientas! Dentro de los preliminares, existen muchas otras cosas que nos excitan.
Algunas precisiones sobre la erección
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: ¿Está la erección ligada al deseo?
A lo que los caballeros responden: Las erecciones nocturnas o matinales demuestran que éstas no dependen siempre del deseo. Son espontáneas, como un reflejo biológico imposible de controlar. Sin embargo, puede ocurrir que vengan acompañadas de un aumento de deseo. Lo que explicaría que por las mañanas estemos más «dispuestos».
El preservativo, un valor erótico añadido
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: Preservativo y placer, ¿es compatible una cosa con la otra? ¿Cómo?
A lo que los caballeros responden: No os quedéis inmóviles mientras miráis cómo nos lo ponemos. ¡Es de lo más incómodo! Sin embargo, ¡nos encanta que nos acariciéis mientras tanto o, mejor aún, si nos lo ponéis vosotras con las manos o con la boca!
Las posiciones como bases del sexo
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: ¿Cuáles son vuestras posturas favoritas?
A lo que los caballeros responden: Dentro de los clásicos, el misionero es una postura imbatible. La ventaja de esta posición es que nos permite asociar el placer visual y el físico. Al estar encima observar la cara de la chica y verla disfrutar. Además, se trata de una postura que permite una penetración profunda y un orgasmo intenso.
En segunda posición: La postura de la flor llamativa. Una especie de misionero en versión mejorada. La mujer apoya las piernas en los hombros, lo que permite una penetración más profunda y mayores sensaciones.
En tercera posición: El perrito. Esta postura despierta nuestro lado animal y dominante permitiéndonos controlar la cadencia de los movimientos.
Y, por último, en cuarta posición: El 69, la posición erótica por excelencia. Ya sea como preliminar o para alternar con otras posturas. Esta postura resulta excitante porque damos placer al tiempo que lo recibimos.
Las palabras del sexo
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: ¿Qué se supone que debemos decir?
A lo que los caballeros responden: Expresar el deseo que sentís añade picante a las relaciones. Es decir, aumenta nuestro placer. Cuando se completa el lenguaje del cuerpo con el de las palabras, no se puede pedir más. En cuanto a qué decir… excepto explicaciones prácticas, cualquier palabra tierna o cariñosa que refuerce la complicidad. Y si lo que te viene a la cabeza son palabras más directas y “calientes”, no te cortes, nada está prohibido, siempre y cuando, evidentemente, no lo digas sistemáticamente.
¿Hemos oído fantasías?
La pregunta que se hacen (casi) todas las mujeres: ¿Y para las escenas más pícaras? ¿Mejor un stip-tease con música de Barry White o un uniforme de enfermera?
A lo que los caballeros responden: Tanto una como otra son opciones muy apreciadas por el sector masculino. Somos un sexo con tendencia a las fantasías. Un uniforme de secretaria con liguero, una estudiante tímida con coletas o un traje de azafata… Si además lo acompañáis de la interpretación del personaje y los diálogos adaptados… ¡conseguiréis volvernos locos!
Y si aceptáis otras ideas, no dudéis en vendarnos los ojos, untarnos el cuerpo con nata, etc. Los juegos sexuales refuerzan la complicidad y el deseo de volver a empezar. ¡Nos dejan impacientes por conocer la siguiente sorpresa que nos tenéis reservada! // IPP
Fuente: sexualidad.doctissimo.es